Además de elegir a Barak Obama, en California se votó por el bienestar animal entendido en su forma más radical.

En las pasadas elecciones de Estados Unidos, el Estado de California también sometió a votación una serie de propuestas referentes a diversas reformas legales – la notificación a los padres previo a la interrupción del embarazo en menores de edad, la generación de energía renovable, la eliminación del derecho a contraer matrimonio entre parejas del mismo sexo, etc. – y, entre ellas, la posible prohibición de determinados sistemas de crianza de animales para el consumo humano, como son las baterías para ponedoras. Todo esto bajo el marco de una nueva visión del bienestar animal y la seguridad alimentaria.

Lo que en Europa es casi un hecho discutido desde hace años, empieza a tomar forma también en Estados Unidos. Y California, poderoso estado tanto económica como socialmente en este país, lidera frecuentemente las tendencias en diversos temas. Este estado de la federación tiene la particularidad de permitir que en temas de bienestar animal sean los particulares u organizaciones sin ánimo de lucro quienes propongan o soliciten someter a consideración del público reformas en la legislación. Dicho y hecho. Las agrupaciones Farm Sanctuary y Humane Society of the United States – HSUS – lograron incluir este tema en la agenda pública, al punto que un capítulo completo del famoso programa de televisión Oprah, fue dedicado a este debate.

El resultado fue un abrumador 63% a favor de prohibir los actuales sistemas de crianza en confinamiento y un 37% en contra. Con ello, a partir del 2015 los productores de ponedoras, terneros, y reproductoras de cerdos tendrán que adaptar sus actuales instalaciones de manera tal que estos animales puedan echarse cómodamente, levantarse, darse la vuelta y extender completamente sus miembros. Las multas por incumplimiento podrán variar entre un máximo de 1.000 dólares hasta 180 días de cárcel para el infractor.

Esta decisión afecta al 95% de la producción de huevos en este Estado, donde según la Universidad de California se estima que los costos en los que tendrían que incurrir los productores en el cambio a los nuevos sistemas aumentarían en un 20%. Esto haría prácticamente inviable la producción de huevos y provocaría que en los próximos 5 años la industria del huevo se «relocalizara», es decir, cambiara sus instalaciones a otros estados donde no estén prohibidas las baterías. Por lo tanto, el informe concluye que la nueva normativa no afectará «cómo se producen los huevos», sino «dónde se producen». Así, California en un futuro dependerá de huevos enviados desde otros estados o posiblemente desde Canadá y México. Otros estudios – Promar Internacional – consideran que se perderá al menos el 2,95% de la industria del huevo en California, que mueve 648 millones de dólares y con ello también 3.500 puestos de trabajo. En la opinión de Promar Internacional, los costos de producción aumentarían
un 76%.

Entre los grupos que apoyaron esta propuesta, además de las organizaciones impulsoras, se encuentran la Asociación de Médicos Veterinarios de California, diversos partidos políticos, asociaciones de consumidores, los profesionales de la salud humana, diversos medios de comunicación, organizaciones religiosas, empresarios, incluso productores de huevos y por supuesto& celebridades y figuras públicas como Robert F. Kennedy Jr., Ellen DeGeneres, Alicia Silvertone, entre otros. Entre los opositores encontramos también a otros grupos de Médicos Veterinarios, la mayoría de éstos involucrados en seguridad alimentaria o medicina aviar, sindicatos de trabajadores, otros medios de comunicación – un número abrumadoramente menor – y organizaciones de hispanoamericanos y afroamericanos.

Lo más preocupante, según expertos como Mitch Head, de Safe Food, es el hecho que esta medida crea un precedente importante, sobre todo en lo que tiene que ver con las regulaciones de bienestar animal. Además, las organizaciones que impulsan este tipo de iniciativas «no sólo han ganado poder político sino poder sobre las políticas».

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