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Introducidos en el mercado canadiense en 1994,
los huevos enriquecidos en ácidos grasos
«omega-3» han estado ganando continuamente
posiciones en el mercado desde entonces entre
un tipo de consumidores preocupados por su
dieta o por sus tasas de colesterol.
Recientemente, las autoridades sanitarias de
Canadá han establecido una serie de
regulaciones para evitar la confusión que a veces
existe entre los consumidores por un poco claro
etiquetaje de los envases de estos huevos.
Entre ellas se hallan las siguientes:
•No se podrá hablar de un «nuevo»
producto mas que durante el
primer año en que éste se
presente en el mercado.
•La afirmación de que un huevo es
«bajo en ácidos grasos saturados»
sólo se podrá hacer si contiene
menos de 1,25 g de éstos.
•No se podrá decir que un huevo
de éstos tenga un contenido en
colesterol inferior que otro.
•El valor nutricional de los huevos
«omega-3» sólo podrá compararse
con el de otros huevos producidos
por la misma empresa.
•Todas las afirmaciones referentes al
pienso sólo se podrán hacer si la
fórmula de éste se ha registrado en el
Departamento Federal de Agricultura.
•Cualquier aseveración científica
deberá hacerse en tercera persona:
por ejemplo, diciendo «se ha
descubierto que …» o «la
investigación ha demostrado que …»
•No se podrá afirmar específicamente
que existe una relación entre el
contenido del pienso en linaza y el
aumento de valor de los huevos en
ácidos «omega-3».
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