La empresa palentina Cascajares, que se dedica a la transformación y elaboración de productos gastronómicos de alta gama, comenzará a comercializar sus productos en México a través de una distribuidora puesta en marcha por Alfredo de Lara, un joven emprendedor burgalés. De esta forma la empresa palentina Cascajares, que tiene su sede en Dueñas (Palencia) y abrió una planta en Canadá a finales del año pasado, continúa con su apuesta por la exportación y la internacionalización de sus productos.
El burgalés Alfredo de Lara emigró de Burgos para poner en marcha en México la distribuidora de vino y de productos gourmet, Divino Gourmet, y se dedicará en breve a comercializar los productos de la marca palentina Cascajares. Lara visitó a principios de este año la fábrica que Cascajares posee en Canadá para conocer los procesos de elaboración de los productos de la marca palentina, y recientemente ha visitado la planta matriz en Dueñas, donde ha cerrado el acuerdo de colaboración con el director general, Alfonso Jiménez.
De esta manera Cascajares, cuyo producto estrella es el capón, intenta evitar la crisis apostando por los mercados extranjeros y por la exportación, en este caso México, uno de los países con mayor crecimiento económico de América y un mercado «de interés» para Cascajares, que elabora soluciones gastronómicas de calidad tanto para la hostelería como para el consumo dentro del hogar.
La industria gastronómica Cascajares cerró con unas ventas que alcanzaron cerca de 7.200.000 euros gracias a las nuevas vías de negocio, y prevé llegar a los 8.100.000 euros en 2012 y a los 9.500.000 en 2013. La industria Cascajares inició a finales de 2011 la producción en su nueva fábrica de Canadá, en Saint Hyacinthe, en la región canadiense de Quebec, en la que invirtió tres millones de dólares, con una previsión de ventas de 1,3 millones en 2012. Con esta fábrica Cascajares logró además el permiso federal para salir con sus productos desde la región de Quebec al resto de Canadá y sobre todo a Estados Unidos y a México.
La empresa palentina que nació en 1992 por iniciativa de sus propietarios, Alfonso Jiménez y Francisco Iglesias, y con 50 trabajadores exporta sus productos a países como Portugal, Francia, Italia, Finlandia, Países Bajos, Grecia o Alemania y a Hong Kong. De hecho, la compañía pretende que las cifras de exportación e internacionalización, con su fábrica de Canadá y la delegación en París, alcancen el 50 por ciento del negocio en 2016.
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