El pollo, motor del crecimiento del consumo de carne de ave en Francia

Para comprender mejor la organización de la producción avícola de carne francesa, es interesante recordar que los franceses son grandes consumidores de aves domésticas, y especialmente de pollos. Si las cifras se habían disparado en el contexto particular de 2020, el año 2021 marca la vuelta a la normalidad, con un aumento razonable y más estable del consumo en comparación con el período anterior a la pandemia. Y esta tendencia parece ser sostenible: las cifras siguen aumentando, destacando Francia especialmente en Europa.

El pollo: impulsando el aumento del consumo de aves, en Francia

En 2021, el consumo global de carne de aves (en el hogar y fuera) aumentó un 1,9% en comparación con 2020, principalmente debido a la reanudación de las actividades de restauración, situándose en más de 1,92 M t. Está impulsado, en gran medida, por el aumento en las ventas de pollo, un 5,4% pues el de otras aves domésticas ha caído, en un 7,8% para el pavo, un 7,7% para el pato y un 7,7% para las pintadas o gallinas de Guinea.

Más de tres cuartas partes de las aves consumidas en Francia son pollos

En 2021, los pollos confirman su lugar como las aves de corral preferidas en Francia pues representan el 75,8% del consumo. Los pavos ocupan el segundo lugar; con al 14,3% del mismo, siguiéndole el pato, con el 8,3%, por delante de las gallinas de Guinea, con el 1,1% y las otras aves (codornices y palomas, con el 0,6%).

Si bien las ventas de aves en las tiendas bajaron un 6,4% en volumen en 2021 frente a 2020, esto se debió a sr un año 2020 atípico, marcado por confinamientos, compensándose por una repentina explosión en las ventas corral para consumo doméstico.

Por otro lado, cuando se comparan las compras de los hogares con el periodo anterior a la crisis, es decir, 2019, en general han subido un 2,6%, impulsadas por el pollo, que registró un incremento del 10,7%. Esta «vuelta a la normalidad» se confirma por el éxito de los productos avícolas, un 7,8% más en el 2021 que en 2019, lo que atestigua una recuperación de los hábitos de consumo, que pasan menos tiempo en la cocina y están más orientados a las comidas preparadas rápidamente.