Según los datos recogidos en la Memoria Estadística 2016 de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos Para Animales (CESFAC), el precio medio de los piensos compuestos ha bajado un 6,02% entre 2015 y marzo de este año (último dato disponible) y se sitúa en los 0,237 euros/kilo de media, frente a los 0,252 euros/kilo registrados hace dos años.
En la Memoria de CESFAC se detalla la cotización de una veintena de tipos de piensos de los diferentes sectores ganaderos. De acuerdo con las cifras, los tres más caros siguen siendo los destinados a pollos y pavos de engorde, así como a los lechones de arranque, que superan en todos los casos los 0,300 euros/kilo.
De esos tres tipos de piensos, la alimentación para los pollos de engorde es la que más se ha depreciado desde 2015, un -5,20 %, con 0,315 euros/kilo; seguida por la de los lechones (-4,01 % y 0,317 euros/kilo) y de la de engorde de pavos (-3,72 % y 0,315 euros/kilo).
Por otro lado, el que sigue siendo más barato es el pienso completo de ovejas de leche, con un precio medio de 0,180 euros/kilo y un descenso del 5,09 %.
En cuanto a las cotizaciones de las materias primas utilizadas en la elaboración de los piensos, éstas han bajado entre el 9 y el 13%.
Según estimaciones del servicio estadístico de CESFAC, en general la tendencia ha sido la caída para cebada y para el trigo blanco. Se ha observado que el precio de la cebada ha bajado desde 2015, un -13,01 % y 0,159 euros/kilo y el del trigo blando un -9,04 % y 0,176 euros/kilo. En el caso de maíz, otro de los cereales principales para los piensos, su precio se ha mantenido prácticamente estable (-0,11 % y 0,178 euros/kilo). Por su parte, la soja se ha depreciado en dicho periodo un 1,86 %, con 0,373 euros/kilo de media.
En la campaña 2016/2017, la superficie destinada en España a cereales representó 6,06 millones de hectáreas, lo que supone un incremento mínimo respecto al año anterior, cuando se dedicaron 6,02 millones de hectáreas.
La producción de alimentos compuestos en España alcanzó el año pasado un total de 23,05 millones de toneladas, un incremento de un 1,67 % respecto al año anterior, de los que el 95 % se destinaron a animales de granja y el resto para animales domésticos.
