Todo el sector cárnico, a excepción de la Confederación de Organizaciones de Carne (
Confecarne
) y las organizaciones agrarias
COAG
y
UPA
, firmaron ayer en Madrid con el
Ministerio de Agricultura
el Acuerdo para la normalización de la cadena alimentaria mediante el que se repercutirá el coste de la eliminación de las harinas cárnicas a los consumidores.

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Todo el sector cárnico, a excepción de la Confederación de Organizaciones de Carne (
Confecarne
) y las organizaciones agrarias
COAG
y
UPA
, firmaron ayer en Madrid con el
Ministerio de Agricultura
el Acuerdo para la normalización de la cadena alimentaria mediante el que se repercutirá el coste de la eliminación de las harinas cárnicas a los consumidores.

El subsecretario de Agricultura, Manuel Lamela, mostró su satisfacción, porque «este acuerdo supone un marco estable para el desarrollo sostenible del sector» y recordó que la subida del precio
será entre 3,8 y seis pesetas por kilo de carne, dependiendo de la especie, «un aumento fácilmente asumible por el consumidor final».
Por otro lado, tanto la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) como la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) solicitaron un acuerdo más global que
incluya los costes de los materiales especificados de riesgo (
MER
), al tiempo que criticaron que se trata de un «acuerdo voluntarista» y anunciaron movilizaciones.

Confecarne no asistió a la reunión y en un comunicado insistió en que repercutirá el coste a los ganaderos, a lo que Lamela señaló que «debe reflexionar, puesto que la mayoría ha apoyado este acuerdo».
Lamela confió en que las organizaciones que no han firmado reconsideren su postura y apuntó que las puertas del Ministerio están abiertas.
Respecto a los MER aseguró que hay un compromiso para que el sector y la administración se sienten juntos y analicen la incidencia que estos costes pueden tener en los ganaderos, para lo
que se convocarán próximamente grupos de trabajo.
El acuerdo rubricado ayer , apuntó Lamela, tendrá el rango normativo de orden ministerial, cuyo principal objetivo es «documentar todo el proceso de elaboración de subproductos cárnicos hasta su destrucción o envío para la alimentación de mascotas».
Advirtió de que si se vulnera la norma «se sancionará», porque afecta a la salud pública y que si la industria intenta repercutir el coste al ganadero, «recaerá en un delito de duplicidad de cobro».

El secretario general de COAG, Eduardo Navarro, puntualizó que su organización va a analizar el acuerdo, pero insistió en que «no es un norma de obligado cumplimiento» y pidió que tenga un mayor rango legal y calculó unas pérdidas para los ganaderos de 35.000 millones de pesetas por el pago de los MER, de los certificados veterinarios y los seguros para retirada de animales muertos.
La portavoz de UPA, Montserrat Cortiñas, resaltó que este es un pacto entre caballeros, «pero el 50 por ciento de los caballeros se han negado a firmar» y agregó que el Ministerio de Agricultura no ha
abordado «con contundencia» la solución al coste de las harinas de carne ni de los MER.

El acuerdo fue firmado ayer por la tarde en el Ministerio de Agricultura por la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), las cooperativas (
CCAE
), las industrias cárnicas (
Asocarne
,
Anafric-Gremsa
,
Aprosa), las transformadoras (Anagrasa), la distribución comercial (
Anged
,
Asedas, Cedecarne), y las cementeras (
Oficemen
).

Los porcentajes máximos de referencia a repercutir en mataderos y salas de despiece recogidos en el Acuerdo serán para el porcino del uno por ciento para la canal entera, del dos por ciento para la
canal despiezada y del 1,2 por ciento para los productos elaborados.
Los porcentajes para el bovino serán del 0,6 por ciento para la canal entera y del 1,2 por ciento para la despiezada.
El porcentaje a cargar por las canales enteras de ovino es del uno por ciento, mientras que para el pollo el precio será de 0,02 Euros por kilo para la canal española, de 0,05 Euros por kilo
para las canales europeas y de 0,13 Euros por kilo para las canales despiezadas.

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