La Real Escuela de Avicultura OPINA

Ideas, tendencias y estrategia para
los que toman decisiones en avicultura.

A tener en cuenta…

Escrache Digital

Escrache: “manifestación popular de denuncia contra una persona pública a la que se acusa de haber cometido delitos graves o actos de corrupción y que en general se realiza frente a su domicilio o en algún otro lugar público al que deba concurrir la persona denunciada” esta es la definición oficial según el Diccionario de americanismos, de las Academias de la Lengua.

El salvaje escrache, que busca reprobar comportamientos políticos o sociales, viene a cuento por el sensacionalista e infundado titular publicado el 24 de julio por el diario ESTRELLA DIGITAL:

“Las redes sociales se incendian contra la violencia animal de El CorteInglés”

En este caso ha sido “escrache digital” y decenas de miles de personas han adoptado en las redes sociales el hastag “MaltratoAnimalElCorteInglés” para presionar a esta cabeza de turco a que adelante la retirada total de huevos producidos en jaulas enriquecidas.

Esto es populismo barato y además mentira. La noticia, publicada por este diario y otros hambrientos de sensacionalismo, ha sido promovida por la organización animalista IGUALDAD ANIMAL.

Desmontamos a continuación algunas de las mentiras publicadas en la misma:

1. “Las gallinas que producen los huevos que vende El Corte Inglés, a pesar de vivir encerradas, tampoco reciben ninguna atención veterinaria.” FALSO: Toda granja avícola de puesta tiene una supervisión sanitaria y de bienestar animal, así como un control veterinario.
2. Aldi y Lidl se han comprometido a acabar con este maltrato antes de 2025, pero El Corte Inglés aún no ha dado este paso. Según explicó la empresa en un comunicado, dejarán de vender este tipo de huevos a partir de 2030. Es decir, dentro de 13 años, casi tres lustros. Es por esta decisión de la compañía por lo que las redes sociales se están volcando en contra del maltrato animal de la empresa.” Es CIERTO que la empresa ofrece huevos producidos bajo diferentes sistemas y el consumidor elige, pero ni en este centro comercial ni en otros los huevos producidos en gallinas no criadas en jaulas son la compra mayoritaria. Es ROTUNDAMENTE FALSO a partir de aquí decir que la empresa o sus proveedores practican el maltrato animal pues esto no sucede en ninguno de los sistemas europeos.

Queremos recordar e insistir desde la Real Escuela de Avicultura que esto no es fruto de la casualidad. Que hay una estrategia mundial promovida por la OPEN WING ALLIANCE, con un presupuesto multimillonario detrás, en Euros y en horas de voluntarios mesiánicos, de la que IGUALDAD ANIMAL es una de sus divisiones/ aliados.

¿Cómo combatirlo?

1. Con transparencia y apertura, abriendo nuestras granjas y explicando por tierra, mar y aire, cómo criamos nuestras aves, y, si es necesario, con auditorias.
2. Con originalidad: videos, folletos, talleres, jornadas de puertas abiertas, shows, concursos, gastronomía, redes sociales, prensa especializada y prensa generalista, incitando a visitar nuestras granjas a líderes de opinión e “influencers” , etc. etc.
3. Batallando en los campos de batalla del siglo XXI: que no son ni los juzgados ni nuevas regulaciones, sino en las redes sociales.
4. Explicando a la opinión pública lo sana que es la proteína avícola y el bienestar de nuestros sistemas para las aves.

Ante los animalistas nunca será suficiente pues para los más radicales que una gallina ponga un huevo y nos lo comamos ya es un acto de crueldad y su objetivo último no es que tengamos una gallina por cada 100 m2 y con un veterinario detrás de cada una 24 h, sino que la humanidad deje de consumir cualquier tipo de proteína animal. Estos son un colectivo perdido que nunca
convenceremos.

Esta partida presupuestaria en comunicación ha de ir destinada a explicar, rebatir, contrarrestar y seducir al 90% de los consumidores ante las mentiras de los animalistas radicales. Por el camino, sufriremos alguna derrota, cómo la de las jaulas enriquecidas que ya está perdida en Europa, pero esta debería ser la última. Los animalistas radicales sólo se darán por satisfechos el día que desapareciese la cría de animales para producir alimentos de la faz de la tierra.