Una empresa canadiense logra patentar un salmón capaz de crecer ocho veces más
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Por primera vez, la Oficina Europea de Patentes (OEP) ha registrado una sobre un salmón transgénico destinado al consumo humano. La polémica decisión que ha tomado esta oficina ha sido duramente criticada por la organización Greenpeace, que ha reclamado a las autoridades europeas que prohiban la puesta en el mercado de estos peces creados en un laboratorio.

La patente concedida el pasado 18 de julio con el número EP 578.653 otorga a la empresa canadiense Seabright el uso de la modificación de la hormona de crecimiento en varias especies de peces, entre ellos el salmón atlántico. La patente lograda por la compañía canadiense abre las puertas para que el objetivo de la filial de esta empresa -A/F Protein- de poner en el mercado 15 millones de huevos de salmón transgénico, se haga realidad.
Los salmones que nazcan de estos huevos tienen la facultad de crecer entre seis y ocho veces más en el mismo tiempo que uno normal. Se ha logrado realizando dos variaciones genéticas. Por un lado, se ha introducido un gen del pez plano del Artico, que no interrumpe el crecimiento durante el invierno; y por otro, una modificación de un gen del mismo salmón que no interrumpe la creación de proteínas de crecimiento del propio pez cuando llega a su madurez.

Hasta ahora había sólo dos patentes de animales transgénicos en Europa. Una era sobre un ratón para experimentar en laboratorios, y la otra, sobre un cerdo, también para experimentación. Ambas anteriores al 95, cuando la UE no tenía una normativa sobre patentes de seres vivos.
Aunque las patentes sobre variedades animales están prohibidas por la Convención Europea de Patentes, éstas se otorgan por la OEP en el marco de la controvertida Directiva 98/44 sobre protección de invenciones biotecnológicas, que sólo ha sido traspuesta por tres estados miembros. La OEP metió la pata al patentar una técnica de clonación de células humanas en diciembre de 1999, por lo que fue llamada al orden por la CE. Finalmente reconoció el error.

La patente de salmones transgénicos promete tanta polémica como aquella otra. «Esta directiva permite todos los abusos. Las patentes sobre la vida son una incitación a poner en peligro el medio ambiente y a llevar a cabo experiencias de interés dudoso como muestra el caso de estos peces transgénicos», declaró el jefe de campaña contra los Organismos Modificados Genéticamente de Greenpeace, Eric Gall.
Según Juan López de Uralde, director de Greenpeace España, «nuestra oposición es por los desastres ecológicos que causarían salmones gigantes monstruosos que alcanzaran la libertad desde las piscifactorías».

Por esta causa, el pasado mes de junio, la Organización para la Conservación del Salmón del Atlántico Norte (NASCO), reunida en Vigo, aprobó el prohibir que los salmones transgénicos sean criados en jaulas situadas en aguas abiertas. Esta prohibición cierra las puertas a una producción masiva en el Atlántico norte por no ser rentable su cría en piscinas en tierra firme.
Sin embargo, otros países no vinculados a NASCO, esperan que la FAD de EEUU dé vía libre a comercializar estos salmones para lanzarse a su cría industrial.

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