Francia: crece el consumo de carne de ave pero el encarecimiento de costes, la influenza aviar y las importaciones ahogan al sector
La interprofesión francesa de la carne de ave, ANVOL, ha denunciado que el sector está atravesando una crisis sin precedentes. Francia es el primer consumidor de carne de avícola de la UE, por delante de Alemania y España, y en crecimiento: el 2,1% de aumento en 2021 hasta los 28,5 kg/año per cápita, de los que el 76 % es pollo.
Sin embargo, aunque el consumo acompaña, las cuentas no les salen a los avicultores. Por un lado, todo tipo de explotaciones se han visto afectadas por la crisis de la influenza aviar (IA), amenazando la diversidad característica del sector francés, tanto por especies (pollos, pavos, pintadas, patos, palomas, codornices), como por sus métodos de producción (convencional, ecológico, etiqueta roja).
Por otro, la escalada de los costes de producción (energía, alimentación, envases, etc.). El coste de la alimentación aumentó un 80% entre agosto de 2020 y agosto de 2022. El coste de producción de un pollo vivo aumentó entre un 45-50% en el segundo trimestre de 2022 en comparación con el mismo período del 2020.
Y por si todo esto fuera poco, ANVOL también denuncia el incremento de las importaciones extracomunitarias, que no están sujetas a la normativa europea. Durante los primeros 5 meses de 2022, el 49 % de los pollos consumidos en Francia fueron importados, en comparación con el 45 % durante el mismo período de 2021. El aumento de las importaciones ha estado particularmente marcado para la carne de pollo de Brasil (+122%) y Ucrania (+181%).
La interprofesional ha lanzado un llamamiento a la opinión pública para que consuma carne francesa, con el sello “Volaille Française” . Desde el pasado 1 de marzo, un decreto obliga a los profesionales del sector de la restauración a indicar el origen francés de todas sus carnes, incluidas las aves.
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