Proyecto de nave avícola sostenible realizado por el estudio Peleg/Burshtein de Israel
La energía, proveniente de fuentes renovables y no contaminantes, como la solar o la eólica; la alimentación, de pastos y forrajes propios y sin abonos químicos o pesticidas ; los materiales de construcción, 100% biodegradables o, en su defecto, lo más respetuosos posibles con el medio ambiente; los purines y los residuos orgánicos, tratados y depurados internamente en la propia explotación…
Parece imposible pero podría llegar a ser realidad en unos años: una explotación avícola o ganadera cuyo impacto ambiental, tanto en consumo de recursos naturales como en gestión supusiera cero emisiones de CO2 a la atmósfera. Se conseguiría asimismo, la cuadratura del círculo, un modelo perfectamente sostenible.
Tal y como señala Gonzalo Arellano, Director Técnico y de Integración del Grupo Arenas y ponente en las Jornadas Profesionales de Avicultura, “en agricultura el concepto sostenibilidad implica un modelo de organización social y económico basado en una visión del desarrollo que reconoce el medio ambiente y los recursos naturales como la bases de la actividad económica: ecológicamente segura, económicamente viable, socialmente justa, culturalmente apropiada y basada en un método científico holístico .”
Se trata de una materia de gran recorrido. El consumidor no sólo está concienciado en relación a las condiciones en que se crían los animales, también exige instalaciones respetuosas, no contaminantes, con unos códigos de buenas prácticas perfectamente interiorizados por parte de los productores. Estamos hablando de una tendencia imparable; no de una moda pasajera.
En este sentido, Gonzalo Arellano profundizará el martes 28 de mayo en este aspecto en el marco de las Jornadas Profesionales de Avicultura con la ponencia Sostenibilidad en la Producción de Carne de Ave.
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