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Cerca de 3,7 millones de euros se han perdido en el sector avícola de Extremadura
debido al mes de paro de las granjas de pollos, que comenzó el 19 de diciembre
y concluyó el pasado viernes 21 con el anuncio de un principio de acuerdo
entre industriales y productores, que establece un contrato tipo homologado. 
La huelga supuso además que se dejaran de producir unos cuatro millones
  de pollos en la región, cifra que rondó entre 48 y 50 millones
  en el conjunto de España, donde las pérdidas para el sector alcanzaron
  los 37 millones de euros, según dijo hoy Antonio Prieto, miembro de la
  Ejecutiva regional de UPA
  Extremadura.
Esta organización agraria tiene previsto incorporar a su estructura
  interna, durante la asamblea convocada en Mérida para explicar a los
  granjeros el contenido del preacuerdo alcanzado con las integradoras, una Sectorial
  Avícola con el objetivo de defender los intereses de los 250 productores
  extremeños de pollos.
"No queremos que el esfuerzo realizado por los productores durante la
  huelga quede en saco roto", afirmó el secretario regional de UPA-UCE,
  Lorenzo Ramos, quien aseguró que con la constitución de la Sectorial
  Avícola su organización pretende comprometerse con los 250 granjeros
  extremeños "tanto como con los miles de agricultores que siembran
  tomate, fruta o que tienen vacuno o ovino".
Recalcó que el hecho de que sea un sector pequeño no significa
  que su organización no vaya a hacer los mismos esfuerzos que en cualquier
  otro sector e insistió en la necesidad de velar por que el preacuerdo
  alcanzado se cumpla a "rajatabla" por las industrias.
Ramos destacó que la huelga ha permitido conseguir que "por primera
  vez, haya transparencia" en la avicultura para que las industrias no hagan
  contratos "tan crueles" como los establecidos hasta ahora, al haberse
  acordado elaborar un contrato tipo homologado que será controlado por
  la Administración.
El cumplimiento de las condiciones del contrato también será
  controlado por los productores e industriales, quienes estarán representados
  en la Comisión de Seguimiento del acuerdo, que se reunirá por
  primera vez el próximo 31 de enero y que permitirá también
  garantizar la calidad sanitaria de la carne de pollo.
Además de la elaboración de un contrato tipo homologado y de
  la constitución de la Comisión de Seguimiento, el acuerdo dotará
  al sector avícola de un marco jurídico del que carecía
  y que deberá ser publicado en el Boletín Oficial del Estado, según
  explicó Antonio Prieto.
También resaltó que el acuerdo establece que las integradoras
  se hagan cargo de los cinco días que dura el período de mortandad
  en los pollos, ya que entre un 15 y un 20 por ciento de los animales que entran
  en las granjas se mueren, indicó Prieto, quien recordó que esas
  pérdidas antes debían asumirlas los avicultores.
Otro aspecto que destacó Prieto es el compromiso de las empresas integradoras
  de firmar un plazo máximo para la retirada de pollos de las granjas,
  que podría fijarse en torno a 55 días.
  Subrayó que ese será un aspecto básico para la rentabilidad
  de las granjas, ya que hasta ahora las empresas retiraban los pollos en periodos
  arbitrarios que obligaban en numerosas ocasiones a los granjeros a prolongar
  el engorde de los pollos hasta 75 días, con el consiguiente encarecimiento
  del coste de producción.
La creación de un registro avícola nacional, la modernización
  de las explotaciones y un seguro de responsabilidad civil para los cargadores
  de pollos fueron otros acuerdos destacados por Prieto.
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