IA: ¿Qué sabemos a finales de abril? Casos en personas, en aves y disponibilidad de una vacuna comercial.

Complementando el artículo previo “¿Debemos vacunar contra la gripe aviar?” y retomando el comentario editorial del mes pasado, en el cual insistíamos en la urgencia de poder disponer de una vacuna contra la influenza aviar (IA), otras noticias sobre el tema, llegadas a fines de abril a nuestra redacción hacen que hayamos creído conveniente resumirlas para nuestros lectores, dada la relevancia del tema.

 

 

Comenzando por lo más cercano, en España, donde el primer trimestre de 2022 ha evidenciado la presencia del virus de la IA en unas 70 ocasiones, con aproximadamente la mitad de ellas entre aves silvestres, al principio en Lérida y Gerona y continuando en Castilla y León y luego en Andalucía occidental y Extremadura, y la otra mitad en explotaciones comerciales. Y esto último es lo más preocupante, por la envergadura de las explotaciones afectadas, primero en Castilla y León y poco después en Andalucía, con muchos miles de aves, principalmente de pavos y ponedoras, pero también de pollos y reproductores, es decir, sin que el virus haya respetado a estas últimas, en las cuales, como ya es sabido, teóricamente no puede entrar ni una mosca que no haya pasado por la preceptiva ducha y desinfección ….

Pero en fin, si bien podemos lamentarnos por lo que esto representa para las explotaciones afectadas y los efectos colaterales sobre nuestro comercio exterior, no es nada en comparación con la situación de otros muchos países europeos, comenzando con más de un millar de brotes en explotaciones comerciales de Francia (con 16 millones de sacrificadas) y varios centenares también en Italia, Hungría, Alemania. Polonia y los Países Bajos, y ello aparte también de algo más de dos millares de casos en aves silvestres. Como puede suponerse, los varios miles de brotes de IA detectados en la Unión Europea (y ya no hablamos de la situación similar por la que han atravesado el Reino Unido y el Este de Europa) son algo con lo que nunca se había enfrentado el “viejo continente”. Sin embargo, peor aún es la situación de América del Norte, con la permanencia del virus a lo largo de los últimos 10 años en Méjico y un último brote en una granja de Cohuaila el pasado mes, más de 40 en Canadá (con 1,3 millones de aves afectadas) y 150 en Estados Unidos (¡ aquí 31 millones de aves! ) desde fines del 2021 hasta la fecha.

 

Mapa de España con focos de IA (actualizado hasta abril 2022)

 

Confirmada la transmisión a una persona que estaba trabajando en la retirada de un lote sacrificado por IA en Colorado, EEUU

En este último caso, el virus se ha detectado, además, en una persona que estuvo involucrada en la retirada de las aves afectadas por la influenza aviar en el Estado de Colorado. Se trataba de un adulto menor de 40 años, que ya se ha recuperado, aunque permanezca aislado y recibiendo el oseltamivir (tamiflu), medicamento antiviral contra la influenza, según la guía del CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades)

 

Se acelera la posibilidad de disponer de una vacuna comercialmente viable

Ante esta situación en el llamado “mundo occidental”, y ya no hablamos de otros continentes en los que la situación es peor (ver lo que se indica sobre Asia en el artículo precedente), es lógica la urgencia en disponer de una vacuna para combatir la enfermedad. Y aquí, es donde vuelve a surgir la noticia de que, en el Reino Unido, el Instituto Pirbright, de Surrey, tiene ya muy avanzados los trabajos para desarrollar un tipo que, según se dice, puede ser más fácil de producir y de menos coste que las vacunas tradicionales contra la gripe humana.

Aunque, de momento, la vacuna en estudio de Pirbright solo está dirigida a proporcionar protección contra la cepa H9N2 del virus, el Dr. Munir Iqbal, Director del mismo indica que están trabajando con un laboratorio biológico a fin de desarrollarla comercialmente, lo que al menos es una noticia alentadora en medio del caos en el que actualmente se halla inmersa la avicultura a nivel global.

Por último, en relación con el tema de la vacunación, a fines de abril y a punto de cerrar este texto nos llega la noticia de que la presidencia francesa del Consejo de la UE continúa con su iniciativa para lanzar una estrategia europea de vacunación contra la IA altamente patógena.

Con ese fin ha preparado un proyecto de conclusiones que quiere que los Ministros de Agricultura de la UE adopten antes de finales de junio en el que se pide a la Comisión Europea y a los Estados miembros que “intensifiquen sus esfuerzos para desarrollar y aplicar la vacunación para la prevención y la lucha contra la influenza aviar”.

Concretamente se insiste en la creación de vacunas “seguras y eficaces” que proporcionen una inmunidad suficiente frente a las cepas del virus que circulan, que sean fáciles de administrar, compatibles con las prácticas de cría de la UE y sobre todo que permitan distinguir a los animales infectados de los vacunados.

El proyecto aplaude la intención de la Comisión Europea de pedir a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (AESA) que actualice su dictamen sobre la vacunación contra la IA altamente patógena e invita a Bruselas y a los Estados miembros a fomentar el desarrollo de modelos que permitan evaluar las consecuencias de la vacunación en la propagación del virus con el fin de optimizar las estrategias.

 

Recientemente el Pirbright Institute ha iniciado la ampliación para convertirse en el Pirbright Campus , en el que además del laboratorio está construyendo otros equipamientos para hacer frente a la investigación en Reino Unido e internacional de los diferentes virus animales. 

 

 

Federico Castelló
Real Escuela de Avicultura

 

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