Tal como anunció la revista SELECCIONES AVICOLAS, uno de los aspectos más destacados de este verano en los medios avícolas ha sido todo lo referente a la situación de la avicultura mexicana tras el brote de influenza aviar detectado a fines del pasado junio.

A continuación sintetizamos y explicamos la situación actual (primera semana de octubre) en México.

Recordando que el virus detectado ha sido el H7N3 – diferente del H5N1, de alta patogenicidad -, su aparición en la zona de más elevada concentración avícola del país – el Estado de Jalisco, con algo más del 50 % de todos los huevos producidos en el país – ha representado un verdadero cataclismo para el sector, aparte de unas importantes consecuencias económicas para una población que tiene al huevo como un alimento nacional prioritario, por su consumo de unas 350 unidades per cápita y año.

 

Situación en agosto

Desde el punto de vista epidemiológico, a fines de agosto se habían muestreado 438 granjas de puesta del citado Estado, resultando 43 de ellas positivas. Pero ello no ha impedido que para esta fecha unos 10,9 millones de aves del mismo se hayan tenido que sacrificar, gracias a lo cual los resultados de los análisis realizados en otros Estados de momento han sido negativos.

Para controlar el brote, aparte del citado sacrificio y el establecimiento de un estricto cordón sanitario en la zona, las autoridades sanitarias hasta fines de agosto han procedido a aplicar unos 90 millones de dosis vacunales frente a la enfermedad, cifra que, según fuentes oficiales, ser prevé duplicar en breve plazo.

Situación en septiembre

En la recientemente celebrada reunión de la International Egg Commision –IEC- finalizada el pasado 13 de septiembre, se abordó el tema. A esta reunión asistió un máximo responsable del Ministerio de Agricultura de Méjico, Jorge Rueda, que explicó la situación creada en su país por el brote de Influenza aviar declarada en junio y en el que continúan trabajando para atajar su difusión.

Fueron de destacar las intervenciones durante la conferencia de la IEC de los directivos de la Asociación de Avicultores de México, Cesar de Anda y Sergio Chavez, que aportarón detalles sobre la gravedad de la situación y la gestión de la crisis creada en el sector del huevo mejicano.

Desabastecimiento de huevos en México

Los que parecía imposible, en el país que más huevos consume del mundo, 350 unidades per cápita y año, finalmente se está produciendo: desabastecimiento, encarecimiento y especulación. A finales de septiembre entre aves afectadas y las sacrificadas preventivamente se han perdido unos 25 millones de ponedoras, además de las que se están vacunando.

Ello ha provocado no ya sólo para el avicultor sino para la población mexicana, que los efectos de la epizootia hayan sido igualmente graves por el encarecimiento sufrido por los huevos y la carne de pollo, esta última solo por la alarma mediática originada por la enfermedad, ya que el problema se centró solo en las granjas de puesta. En cuanto al huevo, basta considerar que el precio de venta por docena viene a ser, de media, de unos 0,50 € y que en poco tiempo se ha llegado a triplicar, llegando en algunos casos hasta 1,80 €, un valor inasumible para una gran masa de población del país.

 

Importaciones de emergencia y especulación

Ante esta situación, de la cual se culpa tanto al desabastecimiento del producto como a la especulación, las autoridades económicas mexicanas han autorizado la importación de emergencia de importantes contingentes de huevos de otros países, amenazando además a los especuladores con importantes sanciones, incluso penales. Así, a mediados de agosto se anunciaba la recepción de unas 400 toneladas de huevos provenientes de Estados Unidos, principalmente con fines industriales y en particular para la panificación. Incluso el mismo presidente de la República tuvo que manifestarse públicamente para anunciar que unas 200 toneladas de huevos serían distribuidas entre comunidades rurales de alta y muy alta marginación de determinados estados.

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