María del Mar Fernández Poza
Directora ASEPRHU
El anuncio de que una cadena de distribución ya no comprará huevos de gallinas en jaulas ha revolucionado el sector del huevo español. Cuando los productores aún están pagando las inversiones para cumplir la reciente regulación sobre bienestar, los clientes deciden que hay que cambiar las granjas. Su discurso ‘buenista’ de responsabilidad social, defensa del bienestar de las gallinas y respeto a las decisiones de los consumidores, esconde las amenazas de lobbies veganos muy agresivos. Y les da una victoria más para su causa.
La “gallina feliz” es la protagonista de la historia. No se habla de la batalla entre los supermercados españoles por ganar cuota y márgenes comerciales. Ni de pagar precios justos por el huevo que cubran los costes de producción, cuando los huevos españoles son los más baratos de Europa y el productor lo sufre cada día.
Seguiremos siendo el objetivo de duras campañas veganas, porque la única gallina feliz que imaginan es una mascota, y el único ganadero posible, el que no existe…