El periódico Reforma recoge una información de la Unión Nacional de Avicultores de México (UNA), en la que se pone de manifiesto que la producción nacional de pavo el año pasado fue de 8.200 toneladas, prácticamente la misma cantidad que en 2012 -8.190 t-, unas cifras que se sitúan más o menos en las mismas cantidades de hace 20 años, lo que da idea de lo estancada que está la producción de esta especie. El diario también asegura que en los últimos diez años se ha registrado una caída de 61,7% en la producción. Una de las causas parece que es la entrada de pavo procedente de Estados Unidos.
Pero el consumo tampoco es muy halagüeño: en 2007 se consumían casi 2 kilos por persona, pero el año pasado esta cantidad bajó a 1,5 kilos per cápita. A pesar de ello, algunas empresas nacionales, como es el caso de Pavos Parson, ha declarado que está invirtiendo en infraestructura para elevar la producción y con ella crecer en torno al 20% en 2015.
En pollo y huevos, por el contrario, los resultados son muy positivos: a lo largo de 20 años, la avicultura de puesta ha registrado un crecimiento en su producción de un 63% y de un 25% en el consumo per cápita, mientras que en pollo, la producción alcanza 114% y su consumo per cápita, sin importaciones, es del 63%, en el mismo periodo.
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