La Comisión Europea ha propuesto la creación de un sistema a la carta que permite a los países que prohíban o no la producción de estos productos dentro de la UE
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La Comisión Europea ha propuesto este sistema a la carta para que sean los propios estados miembros los que decidan si restringen o no la producción de transgénicos. Este tipo de cultivos fueron bloqueados hace 12 años en la UE. Con esta propuesta, a partir de ahora los gobiernos podrían decidir por sí mismos si prohíben estos productos en todo su territorio o en parte de él, alegando razones socioeconómicas, éticas o morales.
La Unión Europea llevaba 12 años sin permitir la siembra de nuevos Organismos Genéticamente Modificados (OGM) -sólo autorizaba su comercio-, pero en 2010 aprobó cinco nuevos. Los nuevos transgénicos han ido autorizándose por la Comisión unilateralmente, porque no obtienen un apoyo mayoritario de los países, ni de la opinión pública, lo que ha ralentizado mucho el desarrollo de este tipo de tecnología. Ante el bloqueo y las diferencias constantes entre los Gobiernos sobre el asunto, la CE ya anunció el pasado verano que propondría un cambio en las reglas respecto a estos productos.
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