Estudiantes de la Universidad
de Valladolid (UVA) investigarán varios sistemas novedosos de destrucción
de cadáveres de pollos para analizar si cumplen la normativa sanitaria
y medioambiental que exige la Unión Europea y así ahorrar gastos
a los productores.
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En la actualidad, los productores tanto de pollo como
de gallinas ponedoras tienen que transportar los cadáveres de las aves
hasta incineradoras, en un proceso que encarece los costes.
Esta investigación
se financiará gracias a dos convenios que a finales de abril firmaron en
Palencia el rector de la Universidad de Valladolid, Jesús María
Sanz Serna, y los presidentes de la organización Propollo
de productores de carne, Angel Martín, y de la Asociación Española
de Productores de Huevos, Aseprhu,
María del Mar Fernández.
Además de controlar los
sistemas que han creado empresas privadas y analizar si cumplen la normativa,
la Universidad también ha diseñado un sistema alternativo que mediante
el compostaje transforma los cadáveres en abono orgánico.
Angel
Martín aseguró que se trata de un acuerdo muy importante que puede
«poner fin a un problema que afecta a los productores españoles».Aclaró
que en España hay 580.000 millones de pollos que se engordan para luego
venderlos, datos que convierten al país en el primer consumidor y segundo
productor de esta ave.
María del Mar Fernández apuntó
que también hay 50.000 millones de gallinas ponedoras en España,
e indicó que el 12 por ciento se encuentran en Castilla y León.
Tres de los sistemas que analizará la Universidad de Valladolid se
encuentran instalados en granjas de Valladolid, Burgos y Guadalajara, mientras
que el sistema diseñado en Palencia se probará en granjas de La
Rioja y Navarra.