Las barbas de nuestros vecinos…

La interprofesional francesa del huevo (Comité Nacional para la Promotion de l’Oeuf – CNPO-) está de celebración: ha conseguido cumplir las previsiones de su Ministerio de Agricultura para aplicar la prohibición del sacrificio de pollitos machos el 1 de enero de 2023. ¿Y cómo se hace? Pues con dinero (y bastante, por cierto): más de 10 millones de euros que el Ministerio francés ha dado a las incubadoras para que compren la maquinaria de sexado de los huevos, y otros 50 millones que cuesta el sexado de los pollitos al año y que se abonará también a las incubadoras gracias a una cotización obligatoria que recaudarán los centros de embalaje de la distribución.Este es el acuerdo interprofesional al que llegó en octubre la CNPO, con la aprobación del Ministerio y de la distribución, también miembro de la interprofesional.

Los avicultores franceses no están en su mejor año, precisamente. A los males comunes a todos los demás productores de huevos de la UE se suma su particular situación respecto a la influenza aviar que, según los datos de finales de octubre, redujo en 4,5 millones las gallinas ponedoras y pollitas en ese país. Es decir, la mayor parte de los 13 millones de gallinas afectadas por la influenza aviar en toda la Unión Europea.

Pero no por ello han dejado de trabajar para la consecución del objetivo que les marcó el Decreto 2022-137 de 5 de febrero de 2022, que obligaba a las cinco incubadoras proveedoras de pollitas ponedoras en Francia a invertir en la tecnología que permitiera el sexado del embrión antes de los 15 días de incubación “o a aplicar cualquier otro procedimiento que diera garantías equivalentes”.

Ahora toca prepararse para lo que llega tras esta decisión. Como es de esperar, ya han pedido a su Ministerio que se una al de Alemania para exigir a la Unión Europea que todos los socios comunitarios sigan el mismo camino. Y sabemos que en esta materia la Comisión se deja convencer con gran facilidad. Así que, aprovechando que era el día más oportuno para hacerlo, la representante de la DGSanté (la responsable en la Comisión Europea de la regulación del bienestar animal) que asistió a la reunión de avicultores en la que CNPO anunció el acuerdo interprofesional, sugirió que, entre los temas a tratar en la revisión de la normativa sobre bienestar animal en la que están trabajando, podría incluirse el del sacrificio de los pollitos machos.

No es momento de lamentarnos porque “si teníamos poco con la anunciada eliminación de las jaulas, esto es el remate”. En la Comisión Europea saben bien de la resiliencia de nuestro sector, que aguanta casi todo lo que le echan. Y lo sabemos también en el sector. Al final, unos podrán mejor o peor que otros, pero parece que seguirá habiendo huevos en la Unión Europea. Eso sí, veremos a qué precio…

De momento, y sin haber entrado en vigor la prohibición aún, da la sensación de que “Francia is different”: en las estanterías de un supermercado de los que abundan por París se podían ver en noviembre huevos de suelo a un precio de 0,24 a 0,26 €/unidad, los de camperas a 0,32€/unidad y entre 0,40 y 0,60 €/unidad los ecológicos.

Por cierto, en Francia se criaba en 2021 el 16% del censo (más de 7,5 millones de ponedoras) en sistema ecológico, cifra muy próxima a la que tiene Alemania en este mismo sistema (7,9 millones de gallinas). Y los productores lamentan la pérdida de cuota de mercado de la producción ecológica en Francia en los últimos meses, que pone en cuestión el futuro de muchos avicultores. Parece que el consumidor francés, como el de casi todos los países de nuestro entorno, ya se preocupa un poco más del precio y algo menos de otros atributos que no se aprecian a primera vista…Estas son las contradicciones entre las que tenemos que movernos actualmente en el sector.

 

 

María del Mar Fernández Poza
Directora de ASEPRHU

 

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