La calidad del aire en el interior de alojamientos ganaderos está estrechamente relacionada con la productividad y rendimiento animal, así como con la salud y bienestar de los trabajadores. En las naves avícolas, el polvo puede provenir de fuentes como el pienso, la cama, las plumas o el material fecal.
[Artículo publicado en Febrero 2011 en SELECCIONES AVICOLAS]
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