Mortalidad de las gallinas pesadas

La mortalidad en las manadas de reproductoras pesadas puede deberse a una enfermedad, pero también ser un problema de manejo.

Para determinar los problemas de mortalidad tal vez relacionados con el manejo, hay que comenzar por crear una imagen precisa de las causas de ella. Sin embargo, aunque los exámenes post mortem proporcionarán gran parte de la información, hay que tener cuidado al interpretar los datos de las autopsias.

Si se recopilan datos de solo unas pocas gallinas, los resultados pueden ser engañosos, ya que varios diagnósticos diferentes dentro de una población pequeña no proporcionarán una conclusión precisa.
Una buena práctica a la hora de solucionar problemas de mortalidad superior a la normal en un manada o un complejo avícola es realizar exámenes post mortem sobre toda la habida cada día en los lotes afectados una vez por la semana. Esto aumenta el tamaño de la muestra y dará una buena representación de las causas de las bajas.
Después de la recopilación, se recomienda agrupar los datos en categorías amplias, por ejemplo, por infección, prolapsos, síndrome de muerte súbita, “colas”, cojeras y ausencia de lesiones. Cada caso debe colocarse en la categoría que mejor describa el problema principal.
Los datos se pueden poner en un gráfico para ofrecer al director de la granja una perspectiva amplia de las causas de las bajas. Pues comprender la causa principal de la mortalidad es importante para hacer ajustes específicos en el programa de manejo.
Una causa habitual de mortalidad entre las gallinas es la preparación adecuada para la fotoestimulación. Las pollitas deben tener el peso, la edad, la carne y las reservas de grasa adecuadas para responder bien a la misma y lograr un alto pico de producción de huevos con baja mortalidad.
Las pollitas mal preparadas no responderán a la fotoestimulación y tendrán un bajo pico de producción y una mayor mortalidad. Cuando se estimulan mediante la iluminación las pollitas mal preparadas pueden morir debido a prolapsos, el síndrome de muerte súbita (SDS) o problemas de peritonitis y pueden tener problemas relacionados con ella, incluido un alto número de huevos de doble yema.
Algunas pollitas mal acondicionadas no maduran adecuadamente y se sobrecargarán de peso, produciendo pocos o ningún huevo. Las pollitas con sobrepeso también son más susceptibles a una mayor mortalidad que las que están dentro de los objetivos.
La uniformidad de las manadas es una parte importante de la prevención de la mortalidad. Un manada con poca uniformidad tendrá pollitas inmaduras y con sobrepeso en el momento de la fotoestimulación. Tanto las pollitas mal preparadas como las que tengan sobrepeso tendrán más problemas después de ésta que las que han sido correctamente acondicionadas.

FOTOESTIMULACIÓN

Un manada de reproductoras pesadas debe estar lista para la fotoestimulación entre el día 147 (semana 21) y el 154 (semana 22), aunque ello dependa de la línea genética (consultar las recomendaciones del proveedor para más información). Si la manada no está en las condiciones correctas en el momento recomendado, cabe esperar una semana más para dar el primer aumento de luz, pero no es aconsejable esperar más de ello. La mejor manera de determinar si una manada está lista para la fotoestimulación es evaluar las puntuaciones de carne y las reservas de grasa pélvica.
En la fotoestimulación, todas las hembras deben tener una puntuación de carne de tres o más y la mayoría (>90 por ciento) de las pollitas también suficientes reservas de grasa pélvica. Tener suficiente, pero no demasiada grasa, es esencial para la respuesta hormonal a la fotoestimulación.
Las pollitas suelen criarse con un programa de luz de 8 horas diarias. El objetivo es aumentar a 14 horas lo más rápido posible. Una buena estrategia es aumentar de 8 a 12 horas en el primer aumento y después de dos semanas así, alargar la duración de la luz en una hora por semana hasta llegar a las 14 horas diarias. Cuando la luz se aumenta demasiado rápidamente las manadas muestran signos de sobreestimulación, mediante una alta proporción de yemas dobles, peritonitis y prolapsos.
Junto con la longitud del día, la intensidad de luz también debe aumentarse, entre 50 y 100 Lux en el primer aumento en la duración del día.

ALIMENTACIÓN DESDE LA FOTOESTIMULACIÓN HASTA EL PICO DE PRODUCCIÓN

El realizar un gran aumento de pienso a partir de la fotoestimulación hasta el inicio de la producción puede sobreestimular a las pollitas. Las gallinas son especialmente sensibles a los aumentos bruscos de pienso cuando la producción es inferior al 30 %, pero una vez que la manada ha llegado a ello se pueden proporcionar mayores aumentos. Consultar al asesor de servicio técnico de la estirpe para obtener más detalles sobre cómo administrar el pienso al entrar en producción.
El pienso debe estar igualmente disponible para todas las gallinas y distribuirse en menos de 3 minutos. Para que todas las gallinas tengan fácil acceso a la alimentación, es necesario un espacio de alimentación correcto. Recomendamos al menos unos 15 cm de espacio de comedero de cadena por ave o de 10 a 12 gallinas por plato de 30 cm.
La mala distribución del pienso o el espacio de comedero pueden crear problemas en el manada. Las gallinas más pequeñas que no pueden competir por la comida pueden no tener el consumo suficiente para su sostenimiento y la producción de huevos se reduce o incluso se detiene. Estas gallinas también son susceptibles a enfermedades como la artritis bacteriana. Y las gallinas más grandes, que superan a las gallinas más pequeñas, tendrán sobrepeso, lo que aumentará su riesgo de problemas de mortalidad relacionados con el peso.
Es muy importante que las pollitas encuentren el pienso y el agua después de la transferencia a la nave de puesta. Esto es especialmente importante cuando los sistemas de alimentación en la recría y la puesta son diferentes (por ejemplo, con comederos de plato a otros de cadena). Las pollitas también tendrán que aprender a saltar subir al foso, para lo cual el colocar unos aseladeros en la nave de recría puede servir de entreno a las aves. Si se utilizan comederos de cadena en la recría y son lo suficientemente bajos, las aves también pueden aprender a saltar sobre ellos.
Es muy recomendable pasar mucho tiempo caminando por la nave para hacer mover a las aves hacia la zona de slats para que puedan encontrar el agua. Del mismo modo, estar presente en el momento de la distribución de pienso y camine por la nave para hacer mover a las aves hacia los comederos, si es necesario.

NUTRICIÓN

Una buena nutrición es esencial para promover un alto rendimiento en los reproductores. Si hay un gran número de gallinas que mueren de SDS (*), es posible que la formulación del pienso no sea correcta. Un alto contenido de sodio en el pienso y/o en el agua puede originarlo, así como hipofosfatemia (depleción del fosfato) e hipopotasemia (depleción del potasio). Por tanto, si se observa SDS en la manada hay que revisar el equilibrio de electrolitos en el pienso y realizar un análisis del agua.
La tetania de calcio también es un problema relacionado con la alimentación. El uso de grandes partículas de calcio en el pienso y el suministro de conchilla de ostras por la tarde son unas buenas formas de satisfacer los requerimientos de calcio de las gallinas. El cambio de la alimentación desde el pienso de recría al de puesta debe hacerse al ver los primeros huevos a fin de suministrar el calcio que las gallinas necesitan para la producción. Pero si el pienso de puesta se reparte demasiado pronto, las aves no podrán absorber el calcio de manera eficiente cuando comience la producción y si ello se hace demasiado tarde, las reservas de calcio óseo pueden agotarse.

MEDIO AMBIENTE

El medio ambiente es muy importante para promover un buen resultado. Los estrés como los sonidos fuertes, los visitantes y un equipo mal mantenido pueden causar mortalidad. Y un evento estresante, que vale la pena señalar, es el calor que ocurre principalmente a la hora de comer pues mientras comen y digieren las aves generan mucho calor metabólico. Por tanto, observar el manada después del reparto de pienso para ver si las gallinas están jadeando.
En casos severos, el estrés por calor agudo puede causar la muerte inmediata. Sin embargo, el estrés por calor también puede causar una peritonitis que es causa de muerte. El estrés por calor también puede causar desequilibrios en el pH de la sangre, lo que puede interrumpir el metabolismo del calcio y predisponer a las gallinas a la tetania.
Para enfriar a las aves durante el reparto de pienso se recomienda poner en marcha, alrededor de una hora antes y apagarlos al cabo de unas dos horas después de haber terminado.

MANEJO DE LOS MACHOS

La agresión del gallo puede causar mortalidad en las gallinas a causa de lesiones en el dorso. Para ayudar a prevenirla, la sincronización sexual entre los sexos es importante. Cuando los machos van por delante en su madurez sexual las hembras pueden ser reacias a aceptarlos y hacer que aquellos se vuelvan agresivos. La mejor manera de sincronizar un manada es mantener a los machos y hembras en el peso corporal estándar.
La diferencia de peso corporal entre machos y hembras es idealmente menor del 18 %. Cuando es superior al 30 %, la mortalidad por agresión entre las gallinas suele aumentar. Si el diferencial de peso corporal es superior al 30 % reducir temporalmente la proporción de machos para dar tiempo a las hembras a madurar y aceptarlos. Pero tener en cuenta que en un manada bien sincronizado una alta proporción de machos en relación con las hembras también puede ser causa de una alta mortalidad entre éstas.

(*) SDS: Abreviatura, en inglés, del “sudden death síndrome”, o síndrome de la muerte súbita.

CONCLUSIONES

Una alta mortalidad de gallinas puede ser causada por problemas de manejo y en la formulación del pienso.
Es importante contar con un programa post mortem regular para evaluar la causa principal de muerte y agruparla en categorías amplias.

La comprensión de la causa principal de mortalidad es importante para hacer algún ajuste específico en el programa de manejo.

DR. BENOIT LANTHIER
Canadian Poultry, 109: 7, 28-32. 2022

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