El director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO), Jacques Diouf, alertó
el 17 de diciembre del posible incremento del hambre en el mundo por el "dramático
aumento" de precios de los productos alimenticios básicos, un hecho
que "amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas". Diouf
propuso un plan urgente de acción internacional para afrontar la situación
tras señalar que la subida golpea sobre todo a "los países
más pobres, muchos de ellos en vías de desarrollo, que en su mayoría
viven de la importación de alimentos".
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El director de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación
y la Agricultura (FAO), Jacques Diouf, alertó
el 17 de diciembre del posible incremento del hambre en el mundo por el "dramático
aumento" de precios de los productos alimenticios básicos, un hecho
que "amenaza la seguridad alimentaria de millones de personas". Diouf
propuso un plan urgente de acción internacional para afrontar la situación
tras señalar que la subida golpea sobre todo a "los países
más pobres, muchos de ellos en vías de desarrollo, que en su mayoría
viven de la importación de alimentos".

Diouf propuso suministrar a los agricultores bonos para obtener directamente
semillas y fertilizantes y hacer que la producción agrícola no
sufra una disminución.Destacó que el plan pretende proteger a
los sectores "más vulnerables" de la sociedad. La FAO destinará
17 millones de dólares (12 millones de euros) a este plan, que deberá
contar con el apoyo de los 192 países miembros y donaciones bilaterales
o multilaterales en colaboración con el sector privado. "La agricultura
es una fuente primaria que puede aliviar la pobreza y mejorar el acceso a la
alimentación, por lo que son necesarias nuevas inversiones en este sector
para mejorar la productividad", resaltó.

El director de la FAO citó datos elocuentes del aumento de precios como
la brusca subida de las materias primas, con un 40% respecto al 2006, frente
a un incremento de sólo el 9% el año precedente. Los datos de
la FAO señalan que el coste global de los alimentos importados por los
denominados países de bajos ingresos y con déficit de alimentos
(PBIDA) será hasta un 25% mayor que en el 2006 y superará los
74.300 millones de euros. Por otra parte, Diouf subrayó la elevada disminución
de existencias de muchos alimentos, como el trigo, que el próximo año
se reducirá a 420 millones de toneladas, la más baja desde 1983.

La FAO prevé que en 2007 las existencias de trigo llegarán a
122 millones de toneladas, lo que supone 70 millones menos (11%) respecto a
la cosecha anterior, la peor desde 1998. Las provisiones de maíz fueron
este año de 129 millones de toneladas, lo que representa 12 millones
menos (10%). Diouf resaltó que la disminución de las cosechas
se debe al cambio climático, que afectó especialmente, entre otros,
a Australia y Ucrania, dos de los mayores productores del mundo; y a la mayor
demanda de biocombustibles. Los datos de la FAO revelan que desde 2003 se ha
duplicado el uso de maíz para biocombustibles y se prevé que la
demanda aumentará 12 veces de aquí al 2016, lo que supondrá
que se deberá pasar de los 15 millones de toneladas que se producen actualmente
a 110 millones. A ello se suma el crecimiento mundial de la población
en 78,5 millones de personas anuales y el cambio de dieta en países como
India, China y Brasil, que han pasado de alimentarse básicamente de cereales
a consumir carne.

FAO

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