El pasado viernes 28 de mayo, Bélgica ha decidido retirar de todos sus comercios todos los pollos y huevos producidos en el país, tras descubrir que un pienso destinado a estas aves estaba altamente contaminado por dioxinas, unas sustancias que pueden provocar cáncer, según ensayos con animales. El Ministerio de Sanidad dio la orden de retirar todos los huevos y los pollos puestos a la venta «hasta que los resultados de los análisis garanticen su seguridad absoluta», según informó en un comunicado oficial.
———————————————–

Las autoridades sanitarias de Bélgica han agregado que no existe riesgo de enfermedad grave tras el consumo de los productos contaminados. Sin embargo, varios estudios científicos han recogido el eventual riesgo de cáncer si se produce un consumo prolongado de alimentos contaminados, dado el carácter acumulativo de este compuesto organoclorado
.
El caso se destapó cuando las fábricas de alimentos descubrieron que los tejidos grasos de las gallinas ponedoras contenían hasta 700 picogramos (millonésima parte del gramo) de dioxina por gramo, cuando la tasa máxima tolerable es de 5 picogramos.

El Gobierno belga ha suspendido la comercialización de los pollos procedentes de unas 400 granjas que utilizaron alimentos en cuya fabricación se usó una grasa contaminada con dioxinas. Esta grasa había sido suministrada a los fabricantes por un comerciante de Deinze (oeste de Bélgica) quien, a su vez, compraba productos de base en Bélgica y Holanda. La grasa fue distribuida a nueve fabricantes de alimentos para animales en Bélgica, un fabricante en Francia y otro en Holanda.
Aunque la medida adoptada por la Sanidad belga pueda parecer excepcional, éste no es un caso aislado. En mayo de 1998, varias incineradoras francesas fueron obligadas a parar su actividad durante algunos días, debido a que se detectaron altas tasas de dioxinas en la carne. Análisis posteriores demostraron que estos compuestos organoclorados, muy ávidos de materia grasa, se habían infiltrado en la cadena alimenticia a través de la leche, y de ahí habían pasado a los tejidos orgánicos de los animales.

Por otra parte, las autoridades sanitarias de Alemania y de Francia han recomendado que no se consuman huevos ni pollos procedentes de Bélgica. Desde el lado alemán, el Ministro de Agricultura no dudó en recomendar que se consumieran exclusivamente productos avícolas del país, en tanto que el Ministro de Sanidad, lamentando que la información sobre la contaminación hubiera llegado tan tarde, indicaba que su Gobierno ha presentado una queja en el Consejo de Ministros de la Unión Europea -UE.

Etiquetas:

Deja una respuesta