Anteriormente habíamos reseñado el inicio de la comercialización de carne de pollo
, por parte de Tyson Foods, en EE. UU.,
bajo el epígrafe RWA «All
natural, raised without antibiotics» – «Todo natural, criado sin
antibióticos».
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Anteriormente habíamos reseñado el inicio de la comercialización
desde el pasado junio, por parte de Tyson Foods, en EE. UU., de carne de pollo
bajo el epígrafe RWA «All
natural, raised without antibiotics» – «Todo natural, criado sin
antibióticos». Si hoy nos referimos a la misma es porque a Tyson
Foods le va a costar algo mantener esta estrategia de marketing.
El USDA, Ministerio de Agricultura de Estados Unidos, ha requerido a la compañía
la revisión de su etiquetado o bien de la reformulación de los
piensos con los que se alimenta a los referidos pollos. El problema parece estar
en una consideración farmacológica, los coccidiostatos ionóforos,
los cuales se usan de forma regular en los piensos que también cuentan
con ciertas capacidades antibióticas.
Al parecer, la compañía no parece muy contenta con el cambio
de posicionamiento de los técnicos de la Administración, que ya
habían aprobado el etiquetado con conocimiento del uso de los conflictivos
ionóforos. Además apunta que el debate sólo contribuye
a aumentar la confusión, y en ningún caso al fomento de la seguridad
alimentaria.
El conflicto entre Tyson Foods y el FSIS
, Servicio de Seguridad e Inspección Alimentaria de EE.UU., responsable
del requerimiento a la empresa, parece estar en un problema de definiciones.
Tradicionalmente la FDA
, «Food and Drug Administration», equivalente a la europea EMEA, Agencia
Europea del Medicamento, no considera antibióticos a los ionóforos
y acepta su uso regular para la prevención de la coccidiosis, puesto
que permanecen en el tracto digestivo del animal sin llegar a la carne del mismo.
Según la AVMA, Asociación Médica Veterinaria Americana,
un antibiótico es cualquier sustancia producida por un microorganismo
con capacidad para inhibir el crecimiento o matar otros microorganismos, y un
antimicrobiano es un concepto más amplio que engloba sustancias naturales
y sintéticas con esta capacidad, la de matar o inhibir el crecimiento
de microorganismos, excluidos explícitamente los ionóforos y arsenicales.
Por lo que parece que estas definiciones generalistas son un tanto ambiguas,
cuando se llega a conflictos jurídico-administrativos.
Tyson aduce su derecho al uso de los ionóforos de que el objetivo de
la legislación es la seguridad alimentaria. Según su visión
el uso de ionóforos no atenta contra la misma puesto que los mismos no
llegan a la cadena alimentaria por quedarse en el tracto digestivo, y ya que
se usan contra coccidios no deben producir resistencias bacterianas.
Ciertamente los ionóforos se destinan principalmente a combatir la coccidiosis,
pero los mismos presentan propiedades antimicrobianas, por lo que su uso sostenido
entraña la probabilidad de aparición de resistencias bacterianas
a los mismos. Otro tema es la trascendencia de una resistencia bacteriana a
un ionóforo, cuando su uso en humana es marginal.
Finalmente, Tyson ha aceptado la propuesta del USDA de indicar que «el
pollo está criado sin antibióticos que puedan impactar con la
resistencia del ser humano a los antibióticos». Con ello Tyson,
aunque continuará utilizando antibióticos ionóforos como
coccidiostatos, al implantar este etiquetado de ahora en adelante, se ajustará
a lo establecido por el USDA.
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