Abarcando este comentario todo un ciclo anual – el segundo semestre del 2011 y los 5 primeros meses del 2012 -, la noticia más relevante en materia de alimentación animal del año pasado fue una buena: una reducción en el coste de los piensos, en general, que podría cifrarse en unos 0,03-0,05 €/Kg. Esto fue sido debido, en gran medida, a una reducción del precio de los cereales, con el trigo como ejemplo, cuyas cotizaciones se rebajaron 6 puntos en los mercados internacionales del último trimestre del 2011. Pero también hay que decir que aun nos encontramos inmersos en el término que se ha puesto de moda, la “volatilidad” – por no decir, “inestabilidad” -. Y esto hace que los mercados de futuros reaccionen agresivamente ante cualquier noticia sobre situación de los stocks, previsión de cosechas, evolución de la climatología, etc. – por no decir ya otras de tipo económico-político -, lo que no hace más que favorecer a los especuladores.

En el segundo semestre del año pasado se corrigió en cierta parte la situación de dureza de las materias primas durante el anterior semestre, a causa de las buenas cosechas de los países del este europeo, aunque la especulación de turno no permitió un mayor descenso de las cotizaciones de los cereales, entre los cuales el maíz USA mantuvo a los mercados en tensión. Y en cuanto a los productos proteicos, la soja estuvo durante todo el año con precios altos, aminorados solo en parte gracias a unas buenas cosechas sudamericanas. En lo que llevamos de este año un aspecto a destacar es la tendencia a la baja de la soja durante el primer trimestre, aunque ya entonces se apuntaba que la climatología del cono sur americano y la potencia compradora de China podrían desequilibrar esta situación. Y, efectivamente, la sequía de aquella zona ha hecho que últimamente los precios internacionales de esta oleaginosa se hayan disparado, no sabiendo donde pararán sus futuros. Otro aspecto a destacar, ya dentro de este año, es un aumento de la producción mundial de cereales – aunque ello no favorezca a su uso para el ganado debido a que su consumo general también se ha incrementado a igual ritmo -, con un significativo crecimiento, entre los mismos, de los transgénicos. Las compras de China continúan presionando al alza los mercados mundiales, tanto en los mismos como en oleaginosas, siendo un factor de cada vez mayor relevancia a considerar.

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