El alto cargo de la ONU denunció que los errores en las políticas del
FMI
y la OMC
están permitiendo un descalabro alimentario.
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El funcionario denunció que los errores en las políticas del
FMI
y la OMC
están permitiendo un descalabro alimentario.

La ONU
alertó a la comunidad internacional de la magnitud de la crisis alimentaria,
y solicitó un aporte extra de 1600 millones de euros. En una reunión
del 29 de Abril en Berna, representantes de 27 agencias pertenecientes a la
ONU y el
Banco Mundial
buscaron respuestas a la actual carestía alimentaria.

El acuerdo entre las instituciones es que la situación actual, que ya
es delicada, puede volverse grave. Si no te toman medidas pronto y se ponen
en marcha planes de emergencia, «nos expondremos de nuevo al espectro de
la extensión del hambre, la malnutrición y la inestabilidad social
a una escala sin precedentes», según palabras del secretario general
de la ONU.

El índice de la FAO
que mide los precios de mercado de los cereales, los lácteos, la carne,
el azúcar y los aceites ha sido un 57% mayor en marzo del 2008 que el
año pasado. Entre las causas que se argumentan están el incremento
de la demanda en los países en desarrollo, el precio del petróleo,
la transformación de los cultivos para producir biocombustibles y la
especulación a escala global.

El relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Jean Ziegler,
aseguró que la transformación de los cultivos en biocombustibles
y la especulación financiera, junto con la política «aberrante»
del FMI (que obliga a muchos países a tener una agricultura orientada
a la exportación, a costa de la economía de subsistencia), son
las principales causas del alza de los precios. El relator, que ofreció
una rueda de prensa en Ginebra para hacer balance de su mandato, a punto de
finalizar, destacó que, según datos de la FAO, en el último
año el precio del trigo ha subido un 130%; el del arroz, un 74%; el de
la soja, un 87%, y el del maíz, un 53%.

Ziegler pidió una «moratoria total» sobre los biocarburantes
de al menos cinco años. Hay que luchar contra el cambio climático
pero «sin matar a la gente de hambre», dijo el sociólogo suizo.
Días atrás, Ziegler ya había afirmado ante los medios de
comunicación que «el uso y el fomento de los biocombustibles es
un crimen contra la humanidad».

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