Invertirá inicialmente 200 millones en un centro industrial y logístico desde el que lanzará su expansión nacional. Las instalaciones ocuparán más de 100 hectáreas junto al polígono el Sabinar, a 280 km de Madrid y a 250 km de sus instalaciones actuales en Guissona (Lleida), que continuarán funcionando cómo macrocomplejo agroalimentario.

 

Guissona, el primer grupo alimentario español por volumen de facturación, levantará un macrocomplejo industrial y logístico en Épila que dará empleo directo a 4.000 personas cuando esté a pleno rendimiento en un plazo de diez años. El objetivo del gigante cárnico leridano, conocido por sus 433 tiendas BonÀrea, es centralizar en el municipio zaragozano su ambicioso plan de expansión por el norte de España, Madrid y Levante.

Las instalaciones se levantarán a los pies de la autovía de Madrid y de la autonómica A-1305 que da acceso al municipio zaragozano. Para ello, el Ayuntamiento aportará de entrada los 600.000 metros cuadrados de la proyectada ampliación del polígono industrial El Sabinar, situados justo enfrente. No obstante, las necesidades de suelo transmitidas por el líder nacional del sector cárnico superan con creces las cien hectáreas. Para hacerse una idea, esta superficie es equiparable a un centenar de campos de fútbol.

 

La inversión inicial rondará los 200 millones de euros con la previsión de llegar a duplicarla cuando se complete el macrocomplejo. La financiación no es un problema para el grupo, participado por la Caja Rural de Guissona y cuya cifra de negocio alcanzó los 1.463 millones de euros en 2015, el último que ha publicado.

 

Su implantación es estratégica para Aragón. No solo por los empleos directos, sino por lo que supone de diversificación de la economía aragonesa y, sobre todo, por el revulsivo para un sector clave como es el de la agroalimentación. La Comunidad tiene muchas granjas porcinas, pero carece de un verdadero pulmón industrial que deje aquí el valor añadido que supone el proceso de transformación en el producto final que llega a las tiendas y supermercados.

Fuentes cercanas a la negociación explicaron que la implantación en Épila no es casual. El Grupo Alimentario Guissona posee una finca de 260 hectáreas de cereal en la localidad desde hace más de una década y dispone desde 2009 de las licencias necesarias para instalar explotaciones porcinas y avícolas de cebo.

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La ubicación de la localidad y el emplazamiento de los terrenos, con acceso directo a la autovía de Madrid, han sido claves para decantar la inversión del grupo alimentario, decidido a abrir nuevos mercados. El de Madrid lo tendrá a tres horas por la A-2 y en el mismo tiempo, los de Valencia y el País Vasco. De hecho, los tiempos de conexión con la carretera y la autopista de Logroño –por la A-122, a la altura de Alagón– y con la autovía Mudéjar–en Muel, a través de la A-1101– se reducen a siete y quince minutos, respectivamente.

La apuesta del grupo alimentario Guissona por Aragón es decidida. En la actualidad cuenta con la citada finca de cereal de Épila, una fábrica de piensos en Bujaraloz y granjas en Sena, pero el salto previsto será exponencial. Para hacerse una idea, sus inversiones en 2015 ascendieron a 41,5 millones, un 10% de lo que prevé para su macrocomplejo industrial y logístico de Zaragoza. Y su plantilla la forman 4.198 personas, que se duplicará solo con su proyecto en Épila.

 

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el de BonÁrea, Jaume Alsina, firman el convenio.Javier Cebollada

El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el de BonÁrea, Jaume Alsina, firman el convenio.Javier Cebollada

El Gobierno aragonés ha declarado  el proyecto de interés autonómico en un Consejo de Gobierno extraordinario. Con esta decisión, los plazos se recortarán de forma sensible, aunque ha optado por ser conservador y en el cronograma oficial se ha fijado la finalización de todos los trámites administrativos y urbanísticos para octubre de 2018.

Suministro a 500 nuevas tiendas

La intención de la Corporación Guissona es «replicar» sus actuales instalaciones en la localidad leridana, desde la que suministra de productos a medio millar de tiendas. Alsina explicó que cuando el centro de Épila esté a pleno rendimiento podrá abastecer a otras tiendas, las que pretende abrir en el norte de España, Madrid y Levante. De este modo, se duplicará la red comercial de Bon Àrea siguiendo la filosofía del grupo: control absoluto de la cadena de producción, desde el cereal y los piensos con los que se alimentan los animales hasta su comercialización final.

El grupo de Bon Àrea pretende compatibilizar los trabajos de urbanización con la construcción de su almacén logístico, clave para atender el envío diario de más de 100.000 paquetes a sus tiendas. Igualmente, en la primera fase de las obras se acometerá los servicios adicionales, como son el aparcamiento de camiones, instalaciones frigoríficas y un centro de pesaje.

 

Selección de 4.000 empleados

En la comparecencia en la DGA, Jaume Alsina aseguró, en relación con el empleo que, «a no tardar» necesitarán profesionales «muy formados» en ingeniería, nutrición, informática y gestión. De hecho, cuando esté construido el centro de distribución, entre 2020 y 2021, se realizará una primera fase de contratación, que se irá ampliando hasta alcanzar los 4.000 empleos directos. El presidente de la Corporación Guissona, que estudió Veterinaria en Zaragoza, destacó el papel de la Universidad.

En una segunda fase, que se alargará hasta 2026, se levantará una sucesión de naves para la progresiva implantación de las líneas de producción alimentaria, tanto cárnicas, como de pan y comida para mascotas. Cada actividad dispondrá de su propia parcela. Finalmente, a partir de 2026, se acometerán ampliaciones y nuevas actividades, cuyo desarrollo dependerá del ritmo de apertura de nuevas tiendas en España.

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Empresas mencionadas en esta noticia

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  • GRUPO ALIMENTARIO GUISSONA

  • Traspalau, 8
  • GUISSONA
  • Lérida / Lleida (España)

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