Resumen Conferencia impartida por José Manuel Lozano Díaz, Jefe de Producto de Avicultura NUTER FEED, en las Jornadas Profesionales de Avicultura 2014 en el marco del salón SIAG (Salón Internacional de la Avicultura y Ganadería) 

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La producción industrial de carne de pollo ha tenido una fuerte evolución en los últimos años; junto a los grandes avances en la genética del broiler, buscando cada vez pollos más eficientes en la producción de carne magra y de óptima calidad, ha habido también otros avances técnicos importantes tanto a nivel de instalaciones de reproducción e incubación, como en las de cría y sacrificio de las aves, con un manejo cada vez más controlado y automatizado. La sanidad también ha ido evolucionando de manera importante, y hace que a día de hoy, se conozcan más a fondo los problemas sanitarios de los pollos, y también el cómo evitarlos o controlarlos, garantizando una mayor seguridad frente a nuevos retos en salud.

Pero tampoco la nutrición se ha quedado atrás, y eso que ha tenido por el camino desafíos importantes como la retirada de los promotores de crecimiento hace ya algunos años, obligando a buscar alternativas eficaces en el control de los procesos digestivos (probióticos, prebióticos, fitobióticos, acidificantes, coccidiostáticos,…); unido a los avances obtenidos con otros adi­tivos más funcionales o tecnológicos (con actividad digestiva, enzimática, inmunomoduladora, secuestrante, etc.), y un mejor conocimiento de los requerimientos nutritivos de los broilers en cada una de las fases de su desarrollo, así como también de las materias primas más y menos habituales en el diseño de las dietas para pollos, y además con el apoyo de las vitaminas, minerales y aminoácidos sintéticos de máxima disponibilidad.

Contando con todos esos avances, y los que también han tenido lugar en los procesos de fabricación y control de calidad, tanto del pienso como de todos sus ingredientes; hoy en día resulta imprescindible ajustar bien los programas de alimentación de los broilers, fijando el número preciso de dietas a usar, así como su composición y la presentación física más adecuada para cada edad y objetivos de crecimiento.

La producción avícola actual tiene como retos importantes, garantizar la seguridad alimentaria, proteger el medio ambiente y buscar el máximo bienestar para las aves, ajustándose para ello a la legislación vigente en estos temas; pero sin perder de vista los dos objetivos primordiales que le permitirán sobrevivir en el mercado y ser competitiva: producir carne de máxima calidad y al mínimo coste posible.

La presentación física del “alimento” de broilers (y hablamos de alimento, por que a lo largo de esta presentación no siempre nos referiremos a éste como el “pienso” como tal, formulado cómo único componente de la dieta de los pollos; dado que en alguno de los casos, y como veremos, se puede acompañar de otros componentes de la ración, incluso por fuera de dicha fórmula, considerada como el “pienso”), que con frecuencia es el principal condicionante de los programas de alimentación, juega tam­bién un papel importante, y puede tener implicación directa o indirecta sobre diferentes aspectos relacionados con esos retos y objetivos de la producción:

                        Regulación del consumo y nivel de ingestión de los pollos

                        Adaptación o rechazo del pienso (finos, dureza, tamaño de partículas,…)

                        Modulando el crecimiento y la transformación del alimento en carne

                        Efectos sobre la calidad de la carne y el rendimiento de canal

                        Control del metabolismo y fisiología digestiva (integridad y salud intestinal)

                        Digestión y asimilación de nutrientes esenciales, pigmentantes, etc.

                        Calcificación, emplume y pigmentación, desarrollo de la inmunidad, etc.

                        Emisión de residuos y nivel de calidad de heces/cama/ambiente

                        Efectos indirectos sobre la salud y bienestar de las aves (+/- mortalidad)

                        Grado de higiene y calidad sanitaria del alimento (microbiología del pienso)

                        Adaptación a las instalaciones de la granja (silos, tolvas, comederos, etc.)

                        Costes y proceso de fabricación del pienso (tecnología, consumo de energía, ingredientes factibles, control de cali­dad,…)

La presentación física del alimento de broilers más utilizada y difundida en nuestro país es la de los piensos granulados (y/o en migajas para las primeras edades), por las ventajas importantes que éstos ofrecen cuando se fabrican en las condiciones adecua­das, frente a los piensos presentados en harina; tal como se ha comprobado en múltiples trabajos y experiencias.

Sin embargo, en algunos casos y por motivos diversos (económicos, tipo de fábrica y materias primas disponibles, instalaciones de las granjas, cuidado de la cama, salud y bienestar de las aves, mortalidad, calidad de carne, etc.), puede ocurrir que el pienso granulado no sea siempre la mejor opción, decantándose entonces por un pienso presentado en harina.

Pero si la fabricación y seguimiento de un pienso granulado con una presentación óptima, para ajustarse en cada momento a lo que precisa el pollo, resulta difícil; mucho más complicado aún supone el fabricar en condiciones adecuadas y controlar un pienso en harina, con las especificaciones y granulometría más ajustada posible a lo que las aves necesitan, pues son muchos más los factores de variabilidad que pueden conducir al éxito o al fracaso con esta presentación.

Dado que muchas de las ventajas (aparte del menor coste de fabricación del pienso), y beneficios sobre los pollos, que se obtie­nen con los piensos en harina, están relacionados con la molturación y presentación del alimento con partículas más gruesas que las que se pueden utilizar para fabricar un pienso granulado con un buen grado de compactación y que permita optimizar al máximo los resultados productivos, ha motivado la búsqueda de alternativas con los piensos granulados.

Dentro de estas opciones, se enmarcarían aquéllas que incorporan “trigo en grano entero” a los piensos granulados; que ya llevan tiempo utilizándose en otros países, y últimamente en España empiezan a cobrar cada vez más adeptos, eligiendo entre las diversas alternativas aquélla que se ajuste mejor al objetivo buscado:

                        Piensos granulados con trigo entero incorporado dentro del gránulo

                        Piensos granulados y formulados con trigo entero por fuera del gránulo

                        Piensos granulados con trigo entero añadido por fuera de fórmula (diluidos)

                        Otras variantes (con trigo partido, maíz troceado, en migajas, etc.)

Sea cual sea la presentación seleccionada en cada caso para alimentar al broiler, es muy importante que ésta se ajuste lo mejor posible a lo que el ave necesita en cada momento para que no haya rechazos, se mantenga la máxima regularidad con el tiempo y el valor nutricional aportado a los pollos cubra los requerimientos de éstos, para conseguir al final la mejor calidad de carne al menor coste posible.

Descargar presentación impartida: “Alternativas en la presentación física del alimento a los broilers

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