El pasado 8 de junio Bill Gates anunció una donación de 100.000 gallinas a países pobres para luchar contra la pobreza extrema. Los animales se enviarán a áreas rurales de países en desarrollo como Burkina Faso, Bolivia o zonas del África Subsahariana.
Gates hizo su anuncio en un rascacielos en el World Trade Center, en Nueva York, frente a un cercado con gallinas dentro. El multimillonario bromeó comentando que “las colaron en el edificio”, ya que no es un sitio que se utilice habitualmente para la exhibición de aves.
Hay un refrán que afirma que enseñando a un hombre a pescar comerá toda la vida. Gates le dio la vuelta, y comentó que éste dicho podría traducirse perfectamente en darle a alguien una gallina y enseñarle a criarla para que coma toda la vida. El magnate de la informática razonó que, para salir de la pobreza extrema, es mucho mejor criar gallinas que tener un ordenador.
Bill Gates: «Las Gallinas, y no los ordenadores, pueden acabar con el hambre en el mundo»
Y es que, al conocer a muchas personas a través de su trabajo con su fundación en los países pobres, Gates aprendió mucho acerca de la cría de gallinas. El multimillonario considera que son una gran inversión, ya que necesitan pocas vacunas, se pueden multiplicar rápidamente (afirmó que si una familia tiene 5 gallinas y un vecino le presta un gallo para fecundarlas, en solo tres meses podría tener 40 aves) y se puede aprovechar tanto la carne como los huevos que producen. Además, éste último punto supone una lucha contra la malnutrición, que afecta más de 3 millones de niños al año.
Además, la cría de gallinas puede suponer un poder económico para las mujeres, ya que las gallinas son animales que viven en la casa y son percibidas como responsabilidad de la mujer. «Las mujeres que crían gallinas seguramente reinvertirán las ganancias en sus familias».
Gates afirma que, si él se encontrara en situación de pobreza extrema, le gustaría criar gallinas.
No se puede criticar la iniciativa del generoso multimillonario, pero esta idea se encuentra con algunos problemas, no siendo el menor el del alimento de las aves. Gates afirmó que las gallinas son fáciles y baratas de cuidar, ya que comen lo que encuentran en el suelo, pero, como ya sabemos, requieren una alimentación más completa que la que puedan obtener al aire libre. Además, hay que tener en cuenta los residuos de los animales, aunque estos pueden ser reutilizados como abono.
No es la primera vez que Gates contribuye en un proyecto para el desarrollo mundial: desde su fundación ha financiado iniciativas que van desde la lucha contra enfermedades pandémicas como el sida y el ébola hasta la construcción de instalaciones para mejorar las condiciones de vida de diferentes comunidades en países subdesarrollados. Podemos decir, pues, que cuando toca ayudar a los más desfavorecidos, Gates no es, ni mucho menos, un “gallina”.
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