Con la entrada en vigor el 16 mayo 2018 por parte de la UE de prohibir a 20 grandes frigoríficos brasileños la importación de carne de ave a la UE, el ministro de Agricultura de Brasil, Blairo Maggi, ha confirmado el recurso de esta medida ante la OMC (Organización Mundial del Comercio).
Según la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) , las 20 unidades afectadas son 12 frigoríficos del gigante cárnico BRF y 8 de otras empresas. BRF es el grupo dueño de dos de las marcas de carne más populares en Brasil (Sadia y Perdigão) y el mayor productor de carne de pollo del mundo.
Brasil es el mayor exportador de pollo a nivel mundial y la UE es su principal comprador, ya que consume el 7,5% del total de toneladas de pollo que el país sudamericano exporta, lo que representa el 11% de la facturación.
Antes de que la decisión fuera oficial, el ministro de Agricultura y Ganadería de Brasil, Blairo Maggi, anunció el pasado 17 de abril que el Gobierno recurrirá ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) contra las restricciones de la UE a la carne brasileña.
En marzo del 2017 la policía reveló que 33 empresas brasileñas, como JBS y BRF, las principales del sector, adulteraban la carne con el visto bueno de algunos funcionarios del ministerio de Agricultura encargados del control sanitario, que eran sobornados.
Tras la publicación de los detalles de las irregularidades diversos países anunciaron por precaución vetos a la importación de carne brasileña, uno de los pilares de la economía de Brasil.
En marzo de 2018 la policía destapó un nuevo esquema corrupto que escondía casos de salmonella en carne de pollo de la empresa BRF, pero las autoridades se apresuraron a aclarar que no había riesgo para la salud.
Para el Ministro de Agricultura y Ganadería de Brasil, Blairo Maggi, los países europeos se están escudando en preocupaciones sanitarias no justificadas para tomar medidas comerciales contra los intereses de Brasil.
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