El gobierno chino ha anunciado la continuidad de los aranceles antidumping sobre el pollo proveniente de los Estados Unidos. Después de que expirara el arancel vigente el año pasado, el Ministerio de Comercio de China se ha dado cuenta que es necesario renovar dicha tasa, ya que su levantamiento supondría volver a tener problemas en la economía nacional, porque el pollo norteamericano competiría a un precio muy inferior al producido en China.
Es por eso que se mantendrá la tasa, que oscila entre el 46 y el 74 por ciento, a la que hay que añadir un 4 por ciento de un arancel antisubsidio aplicado al pollo de engorde y sus derivados procedentes de Estados Unidos. El motivo que llevó a China a imponer este impuestoes que la producción de pollo en Estados Unidos recibía subsidios del gobierno norteamericano que permitía la introducción de la carne en el mercado chino a precios por debajo del mercado en el país receptor. Estos aranceles entre los mercados chino y estadounidense son un motivo de importante controversia en las relaciones comerciales entre las dos potencias mundiales.
Éste impuesto, vigente desde 2010, protege al país asiático contra la venta a pérdida del pollo de engorde norteamericano, que al introducirse en el mercado chino estaba suponiendo problemas a la producción nacional de carne de pollo.
El dumping consiste en la venta de un producto por debajo incluso de su coste de producción, con el fin de apoderarse del mercado. Las medidas antidumping de algunos países, como la aplicada por China con el pollo norteamericano, protegen la economía nacional contra esta práctica.
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