Editorial: El coronavirus, la noticia

Sin duda alguna, la noticia en todos los medios, en el momento de redactar estas líneas, a comienzos de marzo, no es otra que la de la pandemia del coronavirus o, más correctamente, del COVID-19 para referirnos a la enfermedad causada por este virus, tras su aparición el pasado diciembre en China y su difusión posterior a todo el mundo.

Siendo su historia conocida por lo ya divulgado y lo que sigue apareciendo en todos los medios de comunicación, no es cuestión de que la repitamos aquí porque, entre otras razones, lo que podamos decir hoy y la situación cuando este número llegue a manos de nuestros lectores seguramente habrá una buena diferencia.

Sin embargo, si traemos el tema a colación es por lo que se ha especulado sobre el origen del virus, por sus efectos sobre sobre la economía mundial y por lo que, entre otros muchos, puede afectar a nuestro sector avícola.

En cuanto a lo primero, por los datos disponibles hasta la fecha, nada se sabe sobre su origen, aunque se haya especulado que puede estar en un raro mamífero, el pangolín, originario de algunas regiones asiáticas y africanas, en los murciélagos y ¡hasta en los pollos!, como ha llegado a decirse en la India. Y esto último, afectando, como cabe suponer, al consumo de esta carne en este país, ha producido el consiguiente descalabro en el mismo – una caída del 50% en las ventas -, pese al rápido desmentido de sus autoridades sanitarias.

De todas formas, por más que aun ignoremos la ruta de transmisión del virus de un animal al ser humano, sí se sabe que, al poder hacerlo fácilmente entre estos, cual si se tratara de una vulgar gripe – porque, en el fondo, son primos hermanos -, ha sido muy fácil que saltara de un continente a otro y de persona a persona, de forma que así, hoy, no es de extrañar que ya se haya extendido por todo el mundo.

En cuanto a sus efectos, en primer lugar, obviamente, sobre las personas afectadas, tanto por la mortalidad de aquellas en situación de vulnerabilidad –ancianos, con bajas defensas, etc. – como por el trastorno de todas aquellas otras que han tenido que permanecer en cuarentena o bien que, por hallarse en una zona afectada, han visto restringidos sus movimientos.

Todo ello, además, con el trastorno económico consiguiente, con el el colapso del mercado chino – la “fábrica del mundo” -, el cierre de fronteras, la falta de productos, la caída del turismo, etc., produciendo una inevitable caída de las bolsas de los mercados financieros de todo el mundo.

Y en lo que afecta a nuestro sector, ante todo se halla el sacrificio obligado de muchos miles de aves en China, por la falta de alimentos en las provincias afectadas, así como en el norte de Italia por el cierre de los mercados de las regiones sometidas a cuarentena.

Sin embargo, indirectamente ya se han producido unos efectos colaterales como lógica consecuencia a efectos de prevenir la difusión del virus en las grandes manifestaciones de masas como son las Ferias, con la cancelación de las VIV de Abu Dabi y Bangkok, el aplazamiento de la Alimentaria, de Barcelona, etc. Y aunque haya otras que hayan corrido el riesgo de su celebración – la IPPE, en Atlanta, la FIMA, en Zaragoza, el Salón de la Agricultura, en París, etc. – la cuestión es que el miedo
se ha instalado en la sociedad y no se nos quitará fácilmente.

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