Editorial: Es la ciencia, y no la política, la que nos está sacando de la pandemia
Cuando, cansados ya de que, en nuestra vida cotidiana, todo termine girando en torno a la COVID, desde las relaciones familiares hasta las que tenemos con nuestras amistades, nuestros – fallidos – viajes, etc., y, deseando librarnos de la pandemia, nos ponemos frente al teclado para redactar este comentario, vemos que difícilmente podemos hacerlo.
Efectivamente, al cabo de un año de haber insertado en estas líneas nuestro primer comentario en torno al tema, recientemente hemos visto, por primera vez, algo positivo, al menos en nuestro país, tras el rayo de esperanza que tuvimos con las primeras vacunaciones a fines de un nefasto 2020. Pues si con ellas ya comenzamos a doblegar la curva de incidencia de la enfermedad y a relajar parte de la tensión hospitalaria, no se puede olvidar que, teniendo que llegar todavía una tercera y una cuarta olas de la misma y de depender de unas vacunas foráneas –aún con una controvertida distribución, a nivel europeo -, el pensar que en el futuro se nos pueden ampliar las posibilidades de defensa es alentador.
Nos referimos, concretamente, a las noticias publicadas en torno a los trabajos realizados para poder disponer de unas vacunas españolas, amplificadas el pasado febrero por el Presidente del Gobierno, en el Congreso de los Diputados, al referirse a los proyectos de investigación que se están llevando a cabo en nuestro país para el desarrollo de varias vacunas contra esta pandemia. Y aunque esto no significa que ya pronto podamos disponer de unas nuevas vacunas nacionales, el tema es lo suficientemente importante para ser resaltado, al menos por un aspecto: el de la importancia de la investigación científica de nuestro país.
En resumen, de las informaciones publicadas conocemos que, en España, al menos, tres importantes grupos farmacéuticos están trabajando activamente en la elaboración de una vacuna contra la Covid-19. Pero quizás lo más importante es que, dos de ellos tienen una reconocida implicación veterinaria, lo que resalta algo sobre lo que se está insistiendo desde hace un tiempo: el concepto de “una sola salud”, relacionando la humana, la animal y la ambiental.
En concreto, uno de los grupos es el Centro Nacional de Biotecnología CNB -, adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas CSIC-, dirigido por el inmunólogo Mario Mellado y a cuyo frente se halla el prestigioso científico Luis Enjuanes que, según parece, está trabajando con una tecnología muy precisa para desarrollar un prototipo que genere la respuesta vacunal.
Otro es la empresa Biofabri, de Porriño – Pontevedra -, perteneciente al bien acreditado Grupo Zendal, e integrando a CZ Veterinaria, de amplia experiencia en la elaboración de vacunas para distintas especies animales.
Y otro, en fin, más cercano a nosotros por la estrecha relación que hemos tenido con él, desde su fundación hace ya treinta años, los Laboratorios Hipra, en Amer – Girona – actualmente considerados uno de los principales referentes en salud animal a nivel mundial. Pues precisamente el haber creado una filial especializada en salud humana para el desarrollo de vacunas anti-covid – con un proyecto propio y otro en colaboración con el Hospital Clínico, de Barcelona – añade un halo de prestigio a la investigación veterinaria española y consolida en avicultura y en sanidad animal el enfoque de una sola salud.
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