Editorial: Soldados en primera línea

Entre la muy variada colección de notas que se nos va acumulando habitualmente en relación con los aspectos económicos de la producción avícola suele haber un tema recurrente que afecta al pollo para carne, del cual quizás no nos hemos ocupado como debiéramos.

Nos referimos a la importancia económica que tiene la mayor proporción de profesionales avícolas dedicados a la producción de carne de pollo, alrededor de unos 5.000 criadores repartidos entre todo el país, una cifra muy superior que la de los involucrados en otras actividades, como las del huevo o del pavo. Y si se piensa, además que su trabajo representa alrededor del 5 % de la producción total ganadera española y que tienen la responsabilidad de aportar la fuente cárnica más interesante con la que cuenta la humanidad se comprenderá mejor el papel que representan y lo poco que se lo agradecemos.

El que nos refiramos a ello viene a cuento de la noticia que publicábamos el pasado marzo sobre la petición de más de 600 criadores de pollos dirigida al ministro de Agricultura en relación con los bajos precios que están percibiendo de las empresas integradoras por su trabajo, con el que no pueden ganarse la vida. De estos 626 avicultores de carne firmantes, 416 se han constituido ya en una nueva asociación avícola que, como el nombre indica, “Defiende tu avicultura” busca defender los intereses de todos los avicultores de carne independientemente de la integradora para la que críen.

El objetivo es que el Ministerio atienda sus peticiones ya como Asociación y no como avicultores particulares.

Las inversiones millonarias continuas a las que se enfrentan las integradoras, en seguridad alimentaria, seguridad laboral, tecnificación, así como las últimas subidas de los costes en energía, materias primas, etc. hacen que los costes para las integradoras también hayan subido muy sustancialmente. Estos costes , lógicamente, se deben repercutir ya en el precio venta público.

Lo que se trata es que la parte correspondiente de este mayor PVP se traslade también al avicultor para:

1) permitirle producir sin perdidas,

2) retirarse una retribución neta digna ,

3) poder disponer de avicultores cualificados que se sientan atraídos por una actividad ganadera que cada vez demanda ganaderos más competentes y formados.

Y aunque sabemos que, al expresarnos así, puede haber alguna de estas a quien no le agrade nuestra pregunta, pensemos en que los criadores son como aquellos soldados de una primera línea de defensa que han de recibir los primeros tiros cuando las cosas van mal dadas. Y esto es lo que está sucediendo ahora con unos costes de producción a su cargo en el disparadero alcista, que muchas empresas parecen no querer ver al no haber subido en parecida cuantía su remuneración a los productores.

En este aspecto, la nota de la UPA, que publicamos en otro lugar de este número, creemos que es muy clara, como lo fue también la opinión del secretario de Agricultura y Alimentación del MAPA, el pasado febrero, reproducida igualmente por nosotros, sobre el respeto que merece la Ley de la Cadena Alimentaria, de obligado cumplimiento. Porque si, por un lado, todos somos testigos de lo que ha subido el precio del pollo en el mercado (el entero ya bastante y el de los despieces mucho más), ¿no sería lógico que una parte de ello fuera a parar a esos “soldados de primera línea” que son los criadores?

Y si, además, pensamos que una muy buena parte de los criadores que, con sus ahorros familiares, más el crédito necesario y su esfuerzo diario, están realizando una actividad que apenas les permite recuperar lo invertido, se comprenderá mejor la queja que aquí exponemos públicamente.

Federico Castelló

Real Escuela de Avicultura

 

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