Editorial: ¿Un año en blanco?

Por más que es posible que a algunos no les agrade este titular, en apariencia alarmista a consecuencia de la doble crisis en la que estamos inmersos, por el Covid-19 y la situación económica, permítasenos expresar nuestro punto de vista para lanzar un mensaje optimista.

Comenzando por la pandemia y sin pretender entrar en la diatriba política sobre si “los otros” – y que cada uno les ponga la filiación que quiera  habrían enfocado mejor su control, solo diremos que, por más que nos hayamos lamentado de los amigos fallecidos de los que no nos hemos podido despedir y nos hayan dolido las restricciones impuestas en nuestra actividad general, creemos que si no se ha controlado mejor es porque nadie tenía la “bala de plata” para hacerlo.

Y si ahora, cuando escribimos estas líneas, el horizonte a medio plazo es moderadamente optimista por la próxima aplicación masiva de las nuevas vacunas, queremos confiar en que tal vez ya estamos en la buena dirección para el control del problema, al menos en lo patológico, aunque en lo económico sea otra cosa …

Lo malo, a nuestro entender, han sido – y siguen siendo – las “fake news” – que, adrede o no, no hacen más que aumentar el confusionismo de los mortales en general, tanto en la situación general, haciéndonos creer, por ejemplo, tanto en los supuestos peligros de vacunarnos contra la gripe como en que un tipo determinado de huevos o de pollos son más sanos que otros.

Contra ello, lo fundamental es estar bien informados, pese que, en nuestro campo, este año que finaliza haya estado “en blanco” en cuanto a los eventos, congresos, symposiums, ferias y/o jornadas en las que, habitualmente, nos hemos encontrado siempre los involucrados en el sector para conocer, “de primera mano” lo que pasa en el mundo. Así que, con la única excepción de la IPPE de Atlanta, el pasado enero, – cuando aún no había explotado la pandemia – y sin el Congreso Mundial de París, ni la SPACE, ni la Eurotier, ni los habituales Symposiums, Jornadas y Ferias nacionales, solo internet y la prensa escrita nos han permitido estar al día en cuanto a lo que se cuece en este sector que, mientras tanto, no puede parar en su movimiento.

Sin embargo, en el año que finalizamos no han dejado de inaugurarse nuevas granjas – esto sí, cada vez mayores las de pollos, a juzgar por aquellas sobre las que ya hemos informado en nuestras páginas -, hay un nuevo R.D. en marcha sobre ordenación del sector avícola, se han extremado las medidas de bioseguridad en todas las explotaciones, se ha sabido resistir al cambio el sistema de explotación de las gallinas -aún a costa de que el consumidor pague ahora más por los huevos -, etc. Y, en pocas palabras, el propio dinamismo del sector no nos ha permitido pasar un año “en blanco”, aunque pudiera parecerlo al no movernos apenas de casa.

Federico Castelló

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