El conocimiento de los mecanismos de las vacunas ILT ( laringo traqueitis infecciosa aviar) avanza gracias a una investigación.

Las vacunas no-patogénicas contra la ILT (laringotraqueitios infecciosa aviar) pueden propagarse mal al aplicarse en las aves , favoreciendo la diseminación de cepas más virulentas.

En un proyecto de investigación recientemente terminado, el Dr. Calvin Keeler de la Universidad de Delaware estudió las subpoblaciones del virus en una vacuna de origen embrionario de pollo (CEO) de laringotraqueitis infecciosa (ILT). El objetivo de esta investigación era entender por qué este tipo de vacunas parecen desarrollar la enfermedad en algunos de los lotes vacunados.

Las conclusiones preliminares de este proyecto han sido anunciadas recientemente por la U.S. Poultry & Egg Assn. (USPOULTRY) y la Fundación USPOULTRY.

Según USPOULTRY, Keeler encontró que las subpoblaciones no patógenas ubicadas dentro de una vacuna de origen embrionario de pollo (CEO) de laringotraqueitis infecciosa (ILT) se propagan mal en pollos, lo que probablemente permite que las subpoblaciones más virulentas de la vacuna se propaguen y causen signos de la enfermedad.

En un resumen, Keeler señaló que la ILT (laringotraqueitis infecciosa aviar) – una enfermedad respiratoria aguda causada por un herpesvirus alfa aviar, el virus ILT (ILTV) es de gran preocupación para la industria avícola.

Según Keeler, la industria avícola no adopta universalmente el uso de vacunas atenuadas CEO (de origen embrionario) atenuadas en vivo para controlar esta enfermedad, porque las vacunas CEO contra la ILT pueden desarrollar una importante patogenicidad significativa en aves jóvenes, con su consiguiente costo económico.

  • Dijo que la patogenicidad observada de las vacunas CEO contra la ILT es insignificante a nivel de campo, lo que llevó a una creencia ampliamente sostenida de que la enfermedad observada en los pollos tras el uso de las vacunas CEO contra ILT es el resultado de una aplicación inadecuada de la vacuna y su posterior propagación a través del recto.
  • La “propagación rectal” es la amplificación de los efectos virulentos de una vacuna al propagarse de ave a ave.  Por lo tanto, comprender mejor la causa de las reacciones vacunales graves tras el uso de las vacunas CEO ILT es una necesidad importante de la industria avícola, declaró  Keeler.
  • Se ha demostrado que las vacunas CEO contra ILT son una mezcla de virus con diferentes propiedades biológicas. En este estudio, Keeler dijo que dos subpoblaciones de virus de una vacuna comercial de CEO contra  ILT – designadas UDCEOD2 y UDCEOD3 – se encontraron que no eran patógenas en pollos de engorde. El objetivo específico de esta investigación fue caracterizar estas cepas de ILTV que exhiben una menor patogenicidad.

El trabajo de Keeler constató la perdida de virulencia de los virus conforme avanzaban por el tracto digestivo, tanto en óvulos embrionados como en cultivos primarios de células hepáticas. Se realizaron dos intentos para evaluar la dosis y la vía de la inoculación para los estudios de vacunación. En ambos casos, Keeler dijo que los anticuerpos vacunales eran insuficientes para otorgar inmunidad. Sin la capacidad de establecer inmunidad, los experimentos para evaluar el inicio y la duración de la inmunidad no fueron posibles.

Estas cepas altamente atenuadas de ILTV fueron “pasadas” 20 veces por el tracto intestinal de las aves, señaló, pero no aumentaron en patogenicidad y demostraron una disminución de la capacidad de replicación. No fue posible pasar estos virus varias veces en óvulos embrionados o en cultivos de tejido celular hepático.

Según Keeler, los resultados apoyan la hipótesis de que las vacunas CEO contra ILTV no “mutan” a virulentas al pasar por el tracto digestivo de las aves. En conclusión puede afirmarse que cepas vacunales altamente atenuadas de ILTV parecen tener una capacidad limitada para propagarse en las aves.

Por lo tanto, dado que las vacunas están compuestas por una mezcla de virus genéticamente relacionados que presentan diferencias en la patogenicidad, Keeler concluyó que la «reversión a la virulencia» está causada por una situación competitiva en la que las cepas más infecciosas (virulentas) de la vacuna CEO ILT compiten y sobrepasan a  las cepas no virulentas. Una mala praxis en la aplicación de la vacuna, y la contaminación rectal entre aves agravan también el problema.

 

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