El proyecto, denominado ECOALIM, pretende satisfacer la necesidad de un envase transparente y biodegradable a nivel comercial para carnes como la del pollo, que requiere unas condiciones específicas y que hasta la fecha ningún plástico biodegradable había conseguido.
La carne de pollo necesita oxigenarse después de envasada para no perder sus propiedades, por lo que el plástico idóneo para su envasado ha de mantener el oxígeno en el interior del envase y hacer de barrera para que evitar el paso de agentes perjudiciales para la correcta conservación del producto.
Hasta la fecha se han empleado materiales multibarrera, pero que no son biodegradables ni transparentes, por lo que el proyecto en el que trabaja AIMPLAS podría suponer un antes y un después para el envasado de este tipo de carne.
En el proyecto ECOALIM, además de AIMPLAS, participan Azti-Tecnalia, el Instituto Andaluz de Tecnología y el Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura. El estudio, que se encuentra en el segundo año de desarrollo de los tres previstos, ha sido subvencionado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, dentro del Programa Nacional de Proyectos de Investigación Aplicada.

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