La ola de calor de hace un par de veranos redujo la rentabilidad de aquel año de la avicultura española. ¿Cuánto? Es difícil de precisar. Pero las aves duplicaron el consumo de agua, los ventiladores no pararon de trabajar y los constante ajustes en los humidificadores podían volver loco al técnico más experimentado. Sin embargo, cómo puede el avicultor anticipar otra crisis climatológica si no podemos precisar de forma rápida en qué naves se multiplicó el consumo de agua, en cuáles las aves ralentizaron la puesta o el engorde o qué pagamos de factura eléctrica. Este verano se prevé que sea uno de los más calurosos de la historia. Y ello se notará en la cuenta de resultados.

Consumo de agua, eléctrico, mortalidad, consumo de pienso y perdida de peso por deshidratación; son algunas de las variables, datos, que podemos cuantificar y medir fácilmente. Solo nos falta la herramienta. El análisis de grandes volúmenes de datos permite trazar patrones y anticipar crisis como una ola de calor, por ejemplo. El objetivo general del análisis de datos consiste en extraer información de un conjunto de variables para transformarla en una estructura comprensible, y manejable, para su posterior uso. Al aplicarse a decenas y cientos de granjas durante meses o años, combinando estirpes, diferentes manejos y naves o condiciones climáticas el análisis de datos aplicado a la avicultura permite importantes ahorros.

En este sentido, y dentro del marco de las JPA, las Jornadas Profesionales de Avicultura que este año se celebran en Sevilla, la organización del evento ha decidido tratar a fondo el análisis de datos aplicado a la avicultura. El martes 19 en una intensa sesión de 45 minutos se mostrará cómo el análisis de datos puede suponer una enorme ventaja competitiva a partir del anáisis de caso de dos integradoras francesas.

Para asistir a esta y a otras conferencias de interés, no deje de inscribirse aquí.

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