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El causante de la gripe de las aves, al igual que en las personas, es el virus de la influenza. El
pasado 15 de diciembre de 1997 saltaba a la luz pública la muerte de dos personas en Hong Kong a
causa del virus de la influenza tipo A -H5N1-, característico y exclusivo hasta la fecha de las aves de
corral.

De hecho, la primera muerte se produjo en un niño de 3 años de edad que murió por un fallo
respiratorio en mayo de 1997. Sin embargo, no fue hasta agosto cuando el Departamento de sanidad
de Hong Kong en colaboración con el Center for Control of Diseases -CDC- determinaron el causante
de la muerte como el virus aviar de la influenza A -H5N1-, al igual que descartaron la posibilidad de su
procedencia de algún laboratorio de experimentación.

Desde este caso inicial se han confirmado 16 casos más de pacientes afectados por dicho virus de
los cuales 4 han muerto y se sospecha de 3 personas más afec-tadas cuyo diagnóstico está por
confirmar. En todos los casos el virus pudo aislarse de raspados nasofaríngeos o traqueales de los
enfermos. Los síntomas clínicos se caracterizan por el desarrollo de un cuadro de fiebre elevado, tos
y dolor de garganta que evoluciona hacia una pneumonia que puede causar la muerte del paciente.

A pesar de esta alarma, no es la primera vez en la historia que virus de la gripe afectan al hombre,
desencadenándose grandes epidemias. En el caso concreto del virus de la gripe diferentes epidemias
han azotado la población humana. Como ejemplo destacaremos la epidemia de gripe del año 1918
iniciada en España, que causó la muerte de 30 millones de personas en todo el mundo o más
recientemente la denominada gripe de Hong Kong, que en el año 1968 mató a unas 46.000 personas.

Ante el miedo del posible desarrollo de una nueva epidemia que podría afectar el sur de China y las
repercusiones internacionales que ello supondría, las autoridades de Hong Kong han adoptado
diferentes medidas.

En los centros de parvularios se han clausurado sus granjas de pollos y patos y se ha extremado
también la vigilancia en las pajareras públicas y parques temáticos. A su vez en los mercados de
aves de corral se han instalado contenedores estériles para depositar cualquier animal muerto, se
limpian los suelos tres veces al día y hasta la fecha se han sacrificado 1,3 millones de pollos así
como un número indeterminado de patos, ocas, gansos, palomas, codornices y perdices.

De cualquier modo y aunque estos sacrificios masivos reducen el riesgo de nuevos casos, la
Organización Mundial de la Salud -OMS- asegura que no erradicará el problema ya que el virus de la
influenza A -H5N1- afecta a otras aves no domésticas que pueden estar contaminadas.

Por el momento la excolonia inglesa ha prohibido las importaciones de aves de la China Oriental y
recurre para su suministro a importaciones de pollos congelados procedentes de Estados Unidos y
Australia.

Las reacciones a nivel internacional no se han hecho esperar. Japón se está planteando seriamente la
prohibición de las importaciones de pollos de Hong Kong.

Por su parte la Unión Europea -UE- no importa ningún tipo de ave de corral de Hong Kong ni China, ya
que ambos países no se encuentran autorizados a exportar estos productos tras una decisión
comunitaria de Junio de 1995. A su vez para aumentar las medidas de seguridad desde inicios de
este año el comité veterinario permanente ha dado su visto bueno para que la comisión de la UE
prohíba la importación de cualquier ave viva de Hong Kong y China.

Sin embargo, muchas dudas quedan por despejar. Para que se produjera una epidemia con el nuevo
virus de la influenza A -H1N5- no basta con que éste pueda transmitirse de las aves a las personas,
sino que debe demostrarse que pueda posteriormente producirse un contagio entre personas,
posibilidad remota según expertos del CDC, por lo que no se justifica la toma de medidas como la
restricción de los viajes o la cuarentena a estas zonas afectadas.

Sirva como ejemplo que de las 368 personas que tuvieron contacto directo con el primer enfermo, sólo
en 3 se probó que estuvieran expuestas al virus, detectándose anticuerpos en su sangre. Así la única
vía de contagio confirmada por el momento es la del pollo a la persona.

Además se han detectado diversos habitantes de Hong Kong con anticuerpos en sangre que no han
llegado a estar enfermos o que han pasado una gripe muy leve, lo que indica que la resistencia
humana al virus de la influenza A -H5N1- no es tan débil como se temía.

Desde marzo de 1997, momento del inicio de los brotes de gripe en los pollos en Hong Kong, la
población ha estado expuesta a este virus y el número de casos de personas afectadas es muy
pequeño.

A pesar de ello, como medida de precaución, la Organización Mundial de la Salud -OMS- ha iniciado
estudios para detectar una cepa del virus a través de la cual pueda elaborarse una vacuna efectiva.
Por el momento dos fármacos antivirales como la amantadina y la rimantadina se han demostrado
como útiles para la profilaxis y el tratamiento del virus de la influenza A -H5N1.

Hasta nuevos avances y aunque no se han detectado casos fuera de Hong Kong, el CDC de Atlanta
recomienda un seguimiento a nivel mundial de los casos de gripe en el hombre causados por cepas
del virus de la influenza para controlar una posible extensión del fenómeno.

Un equipo de expertos de la OMS de diferentes países como Estados Unidos, Hong Kong y China se
ha desplazado a este último país para corroborar la inexistencia de personas afectadas por este virus.
Del mismo modo se están llevando a cabo estudios a largo plazo en colaboración con el Gobierno
Chino para averiguar el porqué el virus de la gripe del pollo ha sido capaz de franquear las barreras
interespecies y pasar de un animal al ser humano

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