Con un 80% de autosuficiencia el consumo de carne de pollo en México en 2018 batió records al llegar hasta los 31,4 Kg / habitante/ año, lo que convierte a México en el séptimo consumidor de pollo del mundo. Para 2025 la demanda de pollo en México puede crecer un 20%
El Consejo Mexicano de la Carne (Comecarne) ha dado a conocer su Compendio Estadístico 2018
en donde se presenta la información más relevante de la industria cárnica tanto a nivel nacional como internacional, siendo este un organismo con más de 30 años de experiencia en el sector de carnes, conformado por empresas productoras mexicanas que representan el 90 por ciento de las carnes frías y 50 por ciento de la carne fresca y cortes que se venden en México.
Al cierre de 2018, México alcanzó un consumo anual de carne de 65 kilogramos por persona
El Compendio Estadístico 2018 comparte las cifras de consumo, producción, comercio exterior y sacrificios sobre las especies más representativas, así como carnes frías, además de contener reportes de indicadores como empleos generados, participación del PIB, sueldos y salarios entre otros.
Según los datos presentados en el Compendio Estadístico 2018, la proteína que más es consumida por los mexicanos es la carne de pollo, ya que, según cifras, en el 2018 su consumo alcanzó los cuatro millones de toneladas, siendo 80 por ciento del total producidas nacionalmente.
Cabe señalar que el consumo de la carne de pollo en México ha aumentado de manera considerable en los últimos años. En el 2018, los mexicanos alcanzaron ya los 4 millones de toneladas consumidas, posicionándose en el séptimo lugar a nivel mundial con 31,4 kilos por persona al año.
Según estimaciones de la OCDE, para 2025, México país podría experimentar un incremento en la demanda de alrededor del 20 por ciento, el cual deberá ser atendido mediante la expansión de la producción o importaciones.
Debido a que en el corto plazo la producción no podrá absorber esta expansión, se necesitan mantener alternativas de abasto para frenar una posible alza en los precios derivada de las restricciones en la oferta.
Carla A. Suárez, presidente del COMECARNE afirmó que es necesaria la ampliación del cupo para importar carne de pollo ya que “el acuerdo favorece el abasto suficiente ante los riesgos sanitarios latentes, garantiza la accesibilidad de la proteína de pollo para la población mediante la estabilidad de precios y reduce la dependencia comercial hacia Estados Unidos como principal proveedor de estos insumos”.
Lejos de verse afectada la producción de carne de pollo en México por la apertura de nuevos mercados, la industria nacional ha presentado un dinamismo mayor que en años anteriores a la implementación de los cupos de importación. Tal es el caso, por ejemplo, del estado de Jalisco -primer productor de pollo a nivel nacional- quien en 2012 fue afectado por la influenza aviar y ahora ha mejorado considerablemente su capacidad productora.
Comercarne ha trabajado en conjunto con los productores locales para desarrollar la proveeduría nacional de los cortes que requiere la industria. Este esfuerzo tendrá resultados satisfactorios en el mediano plazo. El consumo per cápita de cerdo en México también incrementó en 2018, en concreto un 4,8% alcanzado la cantidad de 18,8 kilogramos de cerdo por habitante.
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