El cierre de los mercados rusos para el pollo de Ucrania ha derivado en un beneficio indirecto a medio plazo para el productor ucraniano. Así, con incrementos mensuales récord de hasta el 18% (enero, 2019), las exportaciones ucranianas de carne de pollo alcanzaron las 329.000 tn en 2018, un 21% más que en 2017, según ha informado esta semana el Instituto Económico Agrario de Ucrania.

Pollo ucraniano de Zakaz

El conflicto que desde 2014 enfrenta al país con Rusia por la anexión de Crimea y las aspiraciones independentistas pro-rusas al este del país supusieron el cierre de los mercados rusos a los productos ucranianos. Ello ha obligado a las autoridades del país a internacionalizar gran parte de la producción nacional que anteriormente se dirigía a su vecino ruso. Mediante esta operación, Ucrania no solo ha sorteado el veto ruso sino que ha logrado diversificar sus exportaciones al tiempo que modernizaba su producción avícola para hacer frente a la demanda extranjera. En este sentido, el 35% de la producción ucraniana de carne de pollo se ha derivado hacia países de la UE; y, entre ellos, los más relevantes, Holanda (18%), Eslovaquia (9,3%) y Alemania (5%). Asimismo, tras la UE, los principales destinos del pollo de Ucrania han sido países de Oriente Medio y de la extinta Unión Soviética.

Esta llegada masiva del pollo ucraniano ha generado quejas entre los productores europeos; que denuncian un menor control sobre estas importaciones, una carne importada a menor precio dados los bajos costes que en el país representan alimentación y mano de obra, principalmente, así como a una legislación menos exigente que la europea.

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