El negocio de la carne en la Edad Media
Durante la Baja Edad Media las ciudades de Occidente se convirtieron en grandes centros consumidores de carne. Consumir carne de buey o de otras bestias de granja dejó de ser un privilegio de los miembros de la casa real, de la aristocracia y del clero para erigirse en un rasgo distintivo de la alimentación de los habitantes de la ciudad por oposición en la dieta de los campesinos.