Peckish, el «perfecto» huevo duro que se recibe en la oficina
Sonoma Brands, una firma de capital especializada en la creación, desarrollo y comercialización de productos alimentarios, acaba de presentar Peckish, el «primer huevo duro cocido a la perfección» –según las palabras de sus creadores– y que se vende tanto en establecimientos comerciales como por Internet.
Se trata de un producto dirigido a un público altamente concienciado con el tipo de dieta, el bienestar animal y de alto poder adquisitivo y dispuesto a pagar hasta 3,93€ por un par de huevos duros ecológicos. Peckish, diseñado y conceptualizado por una firma inversora especializada en este tipo de productos, se diferencia, no obstante, de un huevo duro ordinario al venir acompañado de hasta cinco variedades de «dips». El «dip» es un concepto alimentario típicamente anglosajón consistente en un acompañamiento, tipo salsa, más o menos espeso, más o menos sólido, siempre en función de sus ingredientes, que nació como tentempié o snack de aperitivo y que, como se aprecia en este caso, ha alcanzado la categoría de plato principal. Así, cada pack de Peckish incorpora un par de huevos cocidos «ni muy duros, ni poco cocidos. Justo en su punto» (reza su publicidad), bañados en ácido cítrico para conservar su frescura, envasados por separado y acompañados de cinco variedades de dips: desde arroz frito (variedad Fried Rice); hasta quinoa, chile, lima y ajo (Rancheros); pasando por sirope de arce, quinoa y sal (Mapple Waffles), entre otros.
El producto se puede adquirir en tiendas; pero Sonoma Brands ha querido apostar por el canal Internet y ha dotado a Peckish de un atractivo y cómodo e-commerce desde el que adquirir los huevos, donde el comprador puede encargar a domicilio suministros puntuales, pero también con periodicidad quincenal y mensual, en lotes de 10 envases (a dos huevos por unidad).
Resulta de gran interés conocer el lema de Sonoma Brands, el fabricante, «construyendo marcas que ame el consumidor». Marca y amor. Una apelación directa a las emociones y a la vinculación afectiva del consumidor con la marca. Asimismo, el producto tiene, prácticamente, todos los sellos que se estilan entre las personas altamente sensibilizadas con el tipo de alimentos que ingiere: ecológico, proveniente de gallinas camperas, pura proteína, gluten free, sin azúcares añadidos y perfecto para personas que sigan las dietas Paleo o Keto.
Evidentemente, parece más un producto fruto del diseño e imaginación de un departamento de márketing que de una necesidad del gran consumidor. De hecho, desde su nacimiento en 2016, Sonoma Brands está construyendo un portfolio de productos alimentarios que, si algo tienen en común entre ellos, es en la coincidencia de todo tipo de sellos y propiedades como los citados anterioremente. Es decir, en el desarrollo y lanzamiento de «productos saludables»; un nicho de mercado, que con independencia de sus efectos reales sobre la salud, se está demostrando como de alto «valor añadido» y para el que existe un consumidor de cierto poder adquisitivo. Tanto como para atraer a inversores de «equity capital» caracterizados por la búsqueda de rápidos retornos económicos.
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