El desarrollo del apetito es la prioridad más importante para los productores de broilers durante las primeras 72-96 horas de vida de los pollitos. Empezar por establecer una manada sana desde el primer día requiere suministrar los suficientes nutrientes para el desarrollo de los diferentes sistemas fisiológicos – cardiovascular, pulmonar, alimentario e inmunitario -, así como para proteger el crecimiento óseo y la cubierta de plumas.
En el nacimiento, el pollito puede verse comprometido por sus pobres o mal desarrollados tejidos y requiere una rápida transición para conseguir el crecimiento adecuado para lograr el mejor rendimiento económico. Un pollito recién nacido posee un saco vitelino que contiene diferentes nutrientes, como hidratos de carbono, lípidos, proteínas, derivados de anticuerpos maternos, vitaminas, minerales y agua, todos ellos conectados al intestino a través del mismo. Esto permite al pollito ser nutricionalmente autosuficiente.