Dinamarca apuesta por el pollo de crecimiento lento

El pasado 12 de mayo fue noticia en el periódico “El País” sobre el “fin” del “turbo broiler”. La noticia, titulada “El mayor productor avícola de Dinamarca se pasa a los pollos de crecimiento lento”, explicaba a sus lectores que:

  • La empresa Danpo, la mayor procesadora danesa de pollos, se había comprometido a dejar de criar progresivamente pollos broiler para finales del año 2021, cambiando de la genética Ross a la Ranger Gold, de crecimiento lento, también de Aviagen.
  • La justificación de tal decisión era la apuesta por el bienestar animal que había hecho Danpo, en base a su consideración de los aspectos negativos ante el consumidor que implica la crianza del pollo actual, por sus problemas de cojeras y de patologías cardiovasculares o respiratorias.

Complementando esta información con las opiniones de dos docentes españoles, de la Facultad de Veterinaria de Madrid y de la Universidad Autónoma de Barcelona, tratando de las ventajas de la crianza lenta de los pollos y de las preferencias de los consumidores, la noticia finalizaba indicando que la decisión de Danpo era fruto de la iniciativa ECC, presentada en España por la organización animalista Equalia en la pasada primavera.

Y como sea que en este punto enlaza con lo indicado por nosotros en el artículo “Ahora le toca al pollo”, publicado el pasado marzo en SELECCIONES AVÍCOLAS, hemos creído conveniente informar sobre ello, así como sobre la producción danesa de broilers, con algo más de detalle a nuestros lectores.

 

La producción danesa de pollos

Ante todo, algunos datos sobre el sector del pollo en Dinamarca, de los datos tomados del informe anual de la AVEC 2019:

 

Producción total de carne de ave 157.000 t canal
Importación de carne de ave 72.000 t canal
Exportación anual de carne de ave 83.000 t canal
Consumo anual per cápita 24 kg canal

 

Como puede verse, Dinamarca tiene un activo comercio internacional de carne de ave, con un balance muy positivo.

También cabe comentar que la última cifra no se ajusta exactamente al balance resultante de la producción y el comercio exterior que, con los 5,8 millones de habitantes del país, mostraría un consumo de 25,2 kg per cápita y año.

Tampoco nos lo daría el cálculo basado en el siguiente desglose de la carne de ave, aunque con una menor diferencia:

 

Producción total de carne de broiler 155.000 t canal
Producción total de carne de pavo 1.000 t canal
Producción total de carne de pato 1.800 t canal

 

Dentro de la Unión Europea, en la misma referencia de la AVEC vemos que el consumo en Dinamarca de carne de ave coincide casi exactamente con la media de ésta – 24,1 kg per cápita y año –, aunque es sobrepasado ampliamente por el de los principales consumidores – Portugal, España, Irlanda y Hungría –, por encima de los 30 kg.

 

Sin embargo, también cabe señalar lo que había ido creciendo, desde los 16,0 kg per cápita y año que se consumían en 1996 – CFCE – hasta los 21,7 kg de 10 años más tarde, aunque últimamente ello parece haberse ralentizado.

El consumo de pollo en Dinamarca es de 24 Kg por persona y año, contando con modernas y aclimatadas instalaciones como esta nave, la mayor del país. Construida y equipada en su totalidad por SKIOLDLANDMECO es una única construcción de 6.278 m2, 146 de largo por 43 metros de ancho, y con capacidad bajo el mismo techo de hasta 130.000 pollos estándar por lote.

 

El tipo de pollo

Otro aspecto es el tipo producido en Dinamarca, una información que sacamos de la presentación que Jorgen Nyberg Larsen hizo en la última reunión del Grupo de Trabajo Nº 1 de la WPSA en Vechta -. Alemania – (*) sobre la producción de broilers convencionales del país:

 

Años Edad, días Peso vivo, g Índice de conversación Precio Kg vivo, € (&) Precio del pienso, €/Kg
2009 36,12 2.115 1,65 0,70 0,28
2012 35,7 2.123 1,63 0,90 0,38
2015 35,4 2.167 1,60 0,83 0,32
2018 34,4 2.154 1,50 0,82 0,30

 

(*) Esta parte de su presentación no fue recogida en el resumen publicado en número de enero de este año de SA, por falta de espacio

(&) 1 DKR = 0,134 €

De estos datos creemos que se desprende una conclusión:

La evidente mejora en el peso del broiler – conseguida gracias a los avances genéticos y que podríamos evaluar en alrededor de 0,5 días al año – no se ha trasladado a sacar unos pollos de más peso sino a acortar el período de crianza. Consecuencia: una reducción en el índice de conversión, lo que también es un beneficio adicional por esta vía, aparte de poder realizar más crianzas al año.

Como divagación, añadiremos que esto viene a ser lo mismo que están haciendo desde muchos años atrás en Francia con su pollo “standard”, que no pasa de los 2 kg de peso vivo, pero vendiéndose cada año que pasa un poco antes que el anterior. Todo es cuestión de números …

 

 

El gran tamaño de las granjas

Otro aspecto por destacar es el de la gran envergadura de las granjas danesas de pollos. Dos años atrás, en 2017, Van Horne indicaba que el tamaño de éstas se desglosaba de la siguiente forma:

 

De menos de 5.000 cabezas de capacidad 120 explotaciones
Desde 5.000 a 50.000 cabezas de capacidad 60 explotaciones
De más de 50.000 cabezas de capacidad 90 explotaciones

 

Si ahora, partiendo de los datos de Larsen, que nos indica que la producción total de broilers en Dinamarca ha sido de unos 104,4 millones de cabezas el año pasado, con la estimación de que, de promedio, se realizan 7 crianzas anuales – 35 días de cría + 7 de limpieza –, unos pocos cálculos nos mostrarían que el tamaño de aquellas granjas “medias” danesas se acercaría a las 50.000 plazas y que el de las grandes debería sobrepasar a las 100.000.

Ello confirma la gran tecnificación de sus instalaciones, mayoritariamente situadas en la península de Jutlandia, obviamente de ambiente controlado y provistas de los más avanzados sistemas de ventilación, calefacción, recuperadores de calor – estos son habituales en la mayoría – y equipamientos que ya hemos podido conocer en las ferias europeas.

Un último aspecto relacionado con lo antes indicado sobre Danpo es el de que esta empresa no realiza el típico “aclarado” de las naves con el fin de retirar unos pollos de menor peso – el típico “asador”, como llamamos en España -. En cambio, su principal rival, HKScan, si, por regla general, y otra más pequeña también.

 

Jugando con el corazón

En este punto creemos conveniente retroceder 3 años hasta el momento en que el Ministerio de Agricultura de Dinamarca aprobó un etiquetado sobre el bienestar animal para calificar a los productos en el mercado según el sistema que se había seguido en su crianza.

La etiqueta, en danés “Bedre Dyrevelfaerd”, que podríamos traducir como “Mejor Bienestar Animal” fue adoptada casi inmediatamente por el sector porcino y posteriormente por el del pollo, calificando con un corazón, dos o tres, el grado de bienestar aplicado en la crianza de estos, bajo el siguiente criterio:

  • UN corazón. El productor tiene que demostrar que cría unos pollos de crecimiento lento, con más espacio que el pollo standard europeo y que se sacrifica en un matadero próximo a la granja.
  • DOS corazones Además de lo anterior, los pollos han de tener acceso al aire libre, más fibra en el pienso y disponer de balas de paja o ensilado en la nave.
  • TRES corazones: Además de todo lo anterior, los pollos deberán tener unas mejoras adicionales en su dieta y estar criados con más espacio y en unas instalaciones que les permitan reproducir aún más su comportamiento natural.

Sin embargo, ya desde el principio se advirtió que quien no quisiese acogerse a este sistema de etiquetado de bienestar podría, de momento, seguir produciendo y vendiendo sus pollos “sin corazón”.

Según la ya citada referencia de Larsen, la producción actual de pollos para carne se comercializa de la siguiente forma:

  • Con TRES corazones: Alrededor de 1,4 millones anuales de pollos ecológicos.
  • Con DOS corazones: unos 0,8 millones anuales de pollos camperos.
  • Con UN corazón: unos 10 millones de pollos al año.

Como detalles interesantes de esta última producción son el que la genética actualmente empleada es la del Ranger Gold – aunque también podría ser cualquier otra de aves de crecimiento lento – y que en todos los casos el sistema de crianza es el de que el nacimiento de los pollitos tiene lugar en granja.

Sobre esto último recordaremos que el sistema se inició en los Países Bajos hace unos pocos años y que supone el traslado de los huevos fértiles retirándolos de la incubadora a los 18 días para ser llevados inmediatamente a la granja para ser depositados sobre la yacija, en la que eclosionan 3 días más tarde.

Según Larsen, en este caso los sistemas utilizados son el holandés X-Treck y el belga Nest Born. Los huevos fértiles depositados en las granjas provienen de plantas de incubación de Alemania o de los Países Bajos, lo que puede suponer, en el mejor de los casos, un traslado no menor de 100 a 200 km desde su origen.

De todas formas, esto es mucho menos estresante para el futuro pollito, que nacerá en granja, que el que tendría de ser transportado de recién nacido a estas distancias.…

 

Una «guerra comercial»

Según Larsen, en la actualidad hay dos grandes empresas que se disputan el liderazgo de la producción danesa de pollos, la citada Danpo – propiedad de la Scandi Standard, de Suecia – y HKScan Denmark – propiedad de la finlandesa HKScan -, con una tercera, de capital holandés, cerrando el escenario.

Las dos primeras son de una envergadura parecida, sacrificando unos 40-50 millones de pollos al año, de los cuales Danpo ya produce actualmente unos 10 millones anuales de crecimiento lento, mayoritariamente de la genética Ranger Gold. Sin embargo, su preocupación por el bienestar animal es discutible pues la densidad de población utilizada con este tipo de producción es de 38 kg/m2…

HKScan también ha intentado varias veces introducirse en este mercado, así como en el del pollo ecológico, durante los últimos 10 años, pero no lo ha conseguido, por lo que actualmente solo produce broilers de crecimiento rápido – llamados “turbo-broilers” por la prensa de la calle -.

Por parte de la distribución, las dos principales cadenas de supermercados danesas son Coop y Salling Group, indicando aquella claramente que continuará vendiendo pollos de crecimiento rápido, mientras que la segunda dice que detendría las campañas de comercialización de estos para estar dispuestos a vender lo que sus clientes quisieran comprar.

Sin embargo, es significativo que otra gran cadena, como es la alemana Lidl, anunciara el pasado febrero que en su segmento de producto “fresco” comenzaba a vender solo pollos de crecimiento lento … y al mismo precio que el que había estado aplicando hasta ahora para el pollo broiler. Lo dudoso es ver durante cuánto tiempo podrá seguir haciéndolo pues el coste no es el mismo …

 

… y la última palabra

Finalmente, por lo que hemos leído en la prensa danesa que nos ha llegado, parece que la discusión está donde siempre, en el precio a pagar por el pollo porque, pese a la fama que ya tiene Dinamarca de ser el país que más se preocupa por el bienestar animal, todo tiene su límite.

Y así, a consecuencia del debate público que se ha levantado en relación con el tema y pese a que Dinamarca siempre se ha considerado un país “rico” – su PIB actual es de 53.370 € per cápita, el doble que el de España –, se cree que, como aparte del pollo fresco, se halla el congelado que llega de otras procedencias …. aunque se ignora hasta qué punto se puede tensar la cuerda del precio antes de que el consumidor medio se decante por éste.

Como orientación sobre ello y para sacar consecuencias en relación con la situación en España, podemos decir que el precio medio actual del pollo entero en los lineales de los supermercados daneses es de unos 3,35 €/kg, lo cual es mucho más alto que los precios, a veces “de oferta”, que tenemos entre nosotros de las canales de broilers normales.

Y esto que ya no contamos con los de las especiales que, para los pollos ecológicos en Dinamarca pueden llegar hasta los 20 €/kg.

En cambio, en la proporción de los pollos que se expenden en las grandes superficies danesas en forma entera o de despieces, variando entre el 10 % y el 20 %, según Larsen, la situación es parecida a la que se puede dar entre nosotros (*).

Pero, de una forma u otra y volviendo a donde comenzamos, no podemos olvidar que los promotores del ya citado EEC no están dormidos y si ahora han conseguido la adhesión de un importante productor danés para cambiar del broiler al pollo de crecimiento lento, ¿quién no nos dice que, en un plazo no demasiado largo, vayan a presionar para conseguir lo mismo en España, Portugal o cualquier otro país de la UE?.

(*) Ver el artículo ”El pollo en los supers” (Selecciones Avícolas, septiembre 2018)
José A. Castelló

[email protected]

 

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