La Generalitat de Catalunya pide retirar 1.000 Tn de carne de ave para sostener los precios

La caída del turismo y la restauración , junto a la menor capacidad de sacrificio de los mataderos por los nuevos protocolos de seguridad laboral frente al Covid-19, están provocando sobreproducción y caída de precios en Catalunya.

La Generalitat de Catalunya  ha pedido al Ministerio de Agricultura del Gobierno Español que retire con efectos inmediatos unas mil toneladas de carne de ave del mercado para evitar una caída importante de precios debido a la producción que estaba destinada a restauración y turismo y no está siendo absorbida por los supermercados en Catalunya.

A pesar de que el consumo doméstico de carne de pollo y pavo se mantiene estable, no está siendo suficiente para compensar el que no está teniendo salida en el canal horeca, además, a esta menor demanda, se suman las nuevas medidas de seguridad en el trabajo establecidas  por los mataderos respecto a sus trabajadores, lo que hace disminuir las capacidades de sacrificio de las plantas de procesado. El  cierre de la planta de procesado de SADA en Lleida hace unos meses, otoño 2019, disminuyó  también considerablemente la capacidad de sacrificio total de pollos en Catalunya.

 

La consellera de Agricultura, Teresa Jordà, ha enviado una carta al Ministro de Agricultura,  Luis Planas, advirtiéndole del riesgo de colapso de las granjas ya que el exceso de animales en poco tiempo podría superar el 20% de la capacidad de comercialización, por la caída de la demanda que se producirá previsiblemente en los próximos meses por la falta de turistas, que son una parte muy importante del consumo en verano.

 

En un comunicado, el Departament d’Agricultura ha señalado que la retirada de estas mil toneladas tendría un coste de unos 2,25 millones de euros, la mitad del cual podría recuperarse en el futuro, cuando el mercado se estabilice, si por ejemplo se decidiera congelar este stock.

Ahora, sin embargo, la primera causa de la sobreproducción de carne de pollo es la baja actividad de los mataderos, que no pueden operar al máximo de su capacidad con las nuevas medidas de seguridad en el trabajo establecidas para hacer frente a la Covid-19.

“Esto está provocado una saturación de las granjas, en las que los animales superan los pesos comerciales y después no pueden entrar en la línea de matanza”, ha asegurado la Consellería. La situación se agravará en los próximos meses por la falta de turistas, pese a que el consumo familiar se está manteniendo estable. Los ciclos de producción señala la Conselleria, se programan con mucha antelación y no pueden adaptarse a esta caída inesperada de la demanda, que afecta a los productores de pollo, pavo y codorniz principalmente. El sector avícola, explica la Generalitat, representa una parte importante de la producción ganadera, y sostiene además a numerosas empresas agroalimentarias.

 

Esta petición se suma a la realizada hace unos días por la Interprofesional del Pollo de España y la realizada también por la Federació Avícola Catalana, ambas de momento sin respuesta ni por parte del Gobierno Español ni de la UE. Una situación similar afecta a la carne de oveja, cabra y vaca. Por ello, la Generalitat también pidió al Gobierno hace unos días que solicitase a la Comisión Europea ayuda para recurrir al almacenamiento privado de carne fresca o refrigerada, una medida que prevé el reglamento europeo de la Organización Común de Mercados de la Política Agraria Común.

 

Para saber más:

-. Noticias sobre las repercusiones del Covid-19 en Avicultura.Com

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