LA ONU RELACIONA EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LA DIETA

Advierte de que consumir menos carne ayudará a frenar el calentamiento global

Los esfuerzos para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero y los impactos del calentamiento global se quedarán muy cortos sin cambios drásticos en el uso global de la tierra, la agricultura y la dieta humana, según advierte el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático IPCC, por sus siglas en inglés – de la Organización de las Naciones Unidas – ONU -.

El documento especial del IPCC sobre el cambio climático y la tierra analiza el papel de las decisiones sobre manejo de la tierra tanto para reducir como para adaptarse al calentamiento global. “Sería beneficioso para el clima y la salud humana que la gente de países desarrollados consumiera menos carne”, dice Hans-Otto Pörtner, presidente del grupo de trabajo del IPCC. También destaca entre las medidas la necesidad de preservar y restaurar los bosques, ya que absorben el carbono del aire, y las turberas, porque liberan carbono si se desentierran.

“El ganado criado en pastizales de bosques despejados es particularmente intensivo en emisiones”, dice el informe. El informe advierte que la tierra debe seguir siendo productiva para alimentar a una población mundial en aumento. “El calentamiento aumenta el crecimiento de las plantas en algunas regiones, pero en otras – incluyendo el norte de Eurasia, partes de Norteamérica, Asia Central y África tropical – el aumento del estrés hídrico parece reducir la tasa de fotosíntesis”.

Por lo tanto, el uso de cultivos para biocombustibles y la creación de nuevos bosques – considerados como medidas con potencial para mitigar el calentamiento global – deben gestionarse cuidadosamente para evitar el riesgo de escasez de alimentos y pérdida de biodiversidad, según el informe.

 

Afectará a la seguridad alimentaria

El estudio destaca que actualmente alrededor de un tercio de la comida se pierde o se desperdicia. Las causas difieren entre países desarrollados y en desarrollo, pero reducir las pérdidas disminuiría las emisiones de gases de efecto invernadero y la inseguridad alimentaria. “Algunas dietas requieren más agua y más tierra, y causan más emisiones de gases que aumentan el calentamiento global”.

Las dietas equilibradas con más alimentos a base de granos, legumbres, frutas y verduras y con alimentos animales producidos de manera sostenible, presentan oportunidades para limitar el cambio climático”. “No queremos decir a la gente qué comer”, dice Hans-Otto Pörtner, “pero sería realmente beneficioso, tanto para el clima como para la salud humana, que la gente de muchos países desarrollados consumiera menos carne, y que la política creara incentivos apropiados a tal efecto”.

Los expertos destacan que el mundo deberá hacer frente a lluvias más intensas, inundaciones y sequías como resultado del cambio climático. La degradación de la tierra y la expansión de los desiertos amenaza con afectar la seguridad alimentaria, aumentar la pobreza e impulsar la migración, según el informe.

Numerosas ONG ambientalistas y animalistas han pedido cambiar las políticas agrarias europeas y reducir la producción alimentaria industrial como medidas «importantes y urgentes» en respuesta al informe. Los gobiernos de todo el mundo considerarán las últimas conclusiones del IPCC en la cumbre climática de la ONU celebrada en septiembre 2019 en Nueva York.

Fuente: INPROVO

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