Prácticamente la mitad de cada docena de huevos que la UE exportó a EE.UU en 2015 provenía de España, según anunciaba recientemente Mar Fernández Poza, directora de la Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo). La notable reducción de la cabaña de gallinas en los EE.UU debido a la gripe aviar ha ofrecido a la avicultura europea, y en especial a la española, una oportunidad de oro para poner una pica en su Flandes particular: el mercado norteamericano. Ello no hubiera sido posible sin una industria capacitada, preparada y ágil, que en poco más de una década ha realizado una transformación radical.