¿Están más fríos los pollos al apagar la luz por la noche?

Uno de los mayores retos en la crianza final de los broilers es mantenerlos frescos durante la época de calor.
Mientras que con un pollo de 1,8 kg los productores tienen que preocuparse por la posibilidad de que éste pase demasiado calor durante unos pocos días al final de su crianza en verano, con uno de 3,2 kg el estrés por calor puede ser un problema potencial a lo largo de dos a tres semanas.

Los esfuerzos de los criadores en la lucha contra el estrés por calor se centran típicamente en las horas de luz del día, especialmente durante la primera hora de la tarde, cuando las temperaturas están en su punto más alto. Los ventiladores se comprueban para asegurarse de que todos están funcionando y bien mantenidos para impulsar la mayor velocidad de aire sobre las aves. Los paneles de enfriamiento evaporativo se revisan para asegurarse de que están completamente humedecidos de modo que la temperatura del aire entrante se pueda mantener lo más baja posible y si ésta es realmente muy alta se pueden utilizar boquillas de nebulización interior para mantener a las aves cómodas.

Una preocupación habitual de los productores en épocas de calor es que los pollos parecen estar sentados durante largos períodos de tiempo durante el día. Esto, por supuesto, es preocupante porque si un pollo está sentado no come ni bebe, con la consiguiente reducción de su rendimiento. E igualmente preocupante es que cuando un pollo se sienta el calor podría acumularse debajo suyo, haciendo que su temperatura corporal aumente y posiblemente dando lugar a un aumento de la mortalidad. Pero aunque la acumulación de calor bajo las aves durante las épocas de calor es una verdadera preocupación,el hecho es que hay que temer más a la noche que al día.

El pasado verano realizamos estudios para explorar cómo el manejo de los pollos afecta a la temperatura profunda del cuerpo y a la subcutánea en época del calor. Los estudios se llevaron a cabo en granjas de pollos comerciales durante las últimas dos semanas de vida. Unos sensores de micro temperatura se implantaron quirúrgicamente en el cuerpo profundo de algunos pollos y en algunos casos también justo debajo de la piel en la pechuga, para poder servir de indicadores de la actividad de las aves. Después de la cirugía, las aves fueron devueltas a la nave y se les permitió moverse libremente durante 7 a 14 días.

El estudio se realizó en seis granjas y al mismo tiempo que se registraron los datos de las temperaturas corporales de las aves, también se controlaron continuamente la velocidad del aire, la temperatura de la nave y la humedad relativa de las mismas.

FIGURA 1. Temperatura profunda del cuerpo y subcutánea de la pechuga del pollo 1.

FIGURA 2. Temperatura profunda del cuerpo y subcutánea de la pechuga del pollo 2.

 

Las figuras 1 y 2 muestran las temperaturas del cuerpo y de las pechugas registradas durante las horas de luz del día en las granjas del estudio.

LA TEMPERATURA CORPORAL PROFUNDA DE AMBAS AVES SE MANTUVO ALREDEDOR DE 41 ºC, LO QUE SE CONSIDERA NORMAL PARA UN BROILER.

Una temperatura corporal de más de 42 ºC indicaría que las aves estaban significativamente estresadas por el calor. Las temperaturas subcutáneas de las pechugas eran habitualmente entre uno y tres grados más bajas que las corporales profundas. Cuando los pollos estaban descansando sentados las temperaturas subcutáneas de las pechugas generalmente subían hasta un grado por debajo de las corporales profundas y cuando se levantaban y se movían por la nave bajaban entre 0,6 y 1,7 ºC, pero cuando lo hacían ligeramente se observaron cambios más pequeños en la temperatura.

LOS CAMBIOS EN LAS TEMPERATURAS SUBCUTÁNEAS DE LAS PECHUGAS SE CORRESPONDÍAN CON LOS QUE HABÍA EN LA TEMPERATURA CORPORAL PROFUNDA.

Cuando las temperaturas de las pechugas eran altas, presumiblemente cuando los pollos estaban echados, las temperaturas corporales profundas tendieron a aumentar al mismo tiempo y viceversa. En el transcurso del día hay un ciclo casi constante de las temperaturas en la pechuga y la corporal profunda, lo que indica un nivel relativamente alto de movimiento y/o actividad de las aves.

FIGURA 3. Temperaturas nocturnas profundas del cuerpo y subcutánea del pollo 2.

 

Las temperaturas subcutáneas más sostenidas y más altas en todas las granjas del estudio tendieron a ocurrir por la noche cuando la iluminación estaba apagada. Por ejemplo, en el caso del pollo ilustrado en la figura 3 las luces estuvieron apagadas durante dos horas de 10:30 pm a 12:30 am, en cuyo transcurso la temperatura subcutánea de la pechuga subió casi hasta la corporal profunda, lo que tendería a indicar que no había esencialmente una pérdida de calor desde la misma hasta el suelo.

ESTO EVIDENCIA UN HECHO IMPORTANTE: LA ACUMULACIÓN DE CALOR BAJO LAS AVES NO ES NECESARIAMENTE UNA CONSECUENCIA DE LA PRODUCCIÓN DE CALOR DE LA YACIJA, SINO MÁS BIEN DEBIDA AL HECHO DE QUE LA ESTA ES UN MUY BUEN AISLAMIENTO, EVITANDO QUE EL AVE PIERDA CALOR MIENTRAS ESTÁ SENTADO.

Si la cama estuviera produciendo una cantidad significativa de calor, la temperatura subcutánea de la pechuga probablemente aumentaría muy por encima de la corporal profunda normal del ave, unos 41 ºC.

Aunque hubo unas ligeras variaciones en la temperatura de las pechugas durante la oscuridad, probablemente estaban relacionadas con movimientos del cuerpo del ave. A diferencia del día, cuando los períodos de cuerpo profundo elevado y las temperaturas registradas eran de muy corta duración, por la noche, permanecieron elevadas durante la mayor parte de las 2 horas en que las luces estaban apagadas. Cuando éstas se encendieron y los pollos se levantaron para comer y beber, la temperatura subcutánea de la pechuga disminuyó inmediatamente casi 4 ºC y la corporal profunda cayó rápidamente en algo más de 1 ºC.

FIGURA 4. Temperaturas corporales medias para tres pollos (las áreas sombreadas son los períodos de oscuridad).

 

El efecto de los períodos de oscuridad prolongada sobre la temperatura corporal profunda de las aves cuando éstas permanecen sentadas durante un largo período de tiempo está bien ilustrado en las figuras 4 y 5. Las temperaturas de la nave durante el período de tres días que se muestran variaron entre 24 ºC durante la noche y 29 ºC durante el día y la velocidad del aire entre 150 y 180 m/min. La nave estaba oscura desde las 7:00 pm hasta las 6:00 am. A última hora de la tarde, cuando las temperaturas de la nave comenzaron a bajar, las corporales medias profundas de los tres pollos controlados también tendieron a disminuir hasta las 7:00 pm cuando se apagaron las luces. En este momento sus temperaturas corporales comenzaron a subir y, aunque hubo diferencias entre ellos, tendían a permanecer elevadas durante, aproximadamente, las siguientes seis horas.

La disminución de la temperatura corporal antes de que se enciendan las luces es probable que se debiera a que las aves se enfrían a medida que las de la nave cayeron por debajo de unos 21 ºC en las primeras horas de la mañana. Es importante tener en cuenta que en algunas de las aves la temperatura corporal profunda durante el período oscuro fue más alta que durante el día, cuando las temperaturas de la nave estaban en su punto más alto.

FIGURA 5. Temperaturas corporales profundas medias de tres aves de corta edad durante el clima caluroso (las áreas sombreadas son los períodos de oscuridad).

 

La figura 5 ilustra la temperatura corporal profunda media de 3 pollos durante 3 días en una nave con un período de oscuridad más corto – de 3:00 a 6:30 am -. Las condiciones dentro de la nave, así como la edad de las aves eran similares a las de la nave anterior de la figura 4.

Como se ha visto anteriormente, cuando las luces se apagan la temperatura corporal media profunda subió cerca de un grado y fue similar a la registrada a media tarde. Dado que el período de oscuridad era más corto, las temperaturas corporales se elevaron durante un menor período por la noche, una tendencia que se observó en todas las granjas estudiadas. El grado en que la temperatura corporal profunda subió variaba en cierta medida de un ave a otra y de una granja a otra pero en todos los pollos se registró algún aumento de la misma.

ESTA INVESTIGACIÓN CONFIRMA LO QUE YA SE HA OBSERVADO EN OTROS ESTUDIOS, A SABER, EL REDUCIR EL ESTRÉS POR CALOR ES UN TRABAJO DE 24 HORAS AL DÍA.

Aunque la temperatura del aire puede caer por debajo de los 21 ºC por la noche, la humedad relativa normalmente sube a casi la saturación, reduciendo la capacidad de los pollos de perder calor a través de la respiración, lo que es crucial para su capacidad para enfriarse.

Para empeorar las cosas, cuando un pollo se sienta por la noche la proporción de su superficie expuesta al movimiento del aire se reduce. En primer lugar, habrá poca o ninguna pérdida de calor de su parte inferior debido a las cualidades aislantes de la yacija. En segundo lugar, su pérdida de calor por los costados tenderá a ser mínima debido a la proximidad de otras aves echadas – figura 6 -.

Durante el día los pollos ocasionalmente se levantan, brindando la oportunidad de que se mueva un poco de aire entre los que permanecen sentados. Pero por la noche, las únicas partes de un pollo sentado que están expuestas al movimiento del aire serían su espalda, el cuello y la cabeza que, en conjunto, son una proporción relativamente pequeña de su superficie total. Cuanto menor sea la superficie expuesta, menor será la cantidad de calor que se retira de un pollo por el aire que fluye por la nave y más calientes estarán.

El resultado neto es que, pese a que las temperaturas del aire pueden ser más bajas por la noche, la combinación de una alta humedad relativa y la reducción de la superficie de las aves expuestas puede originar unas temperaturas corporales más altas por la noche que durante el día.

FIGURA 6. Imágenes térmicas mostrando los dorsos fríos y los costados calientes de los pollos ya cerca de la edad de mercado.

 

FIGURA 7. Temperaturas corporales profundas en pollos de 7 semanas en naves de baja densidad.

 

(*) N. de la R.: En España el RD 692/2010 ordena que a partir de 7 días de edad se proporcione a los pollos un período de oscuridad de 6 h diarias, como mínimo y que la intensidad de iluminación sea al menos de 20 lux en el 80 % de la superficie de la nave. 

 

Se llevó a cabo una experiencia en el Centro de Investigación Avícola de la Universidad de Georgia con el fin de conocer si las temperaturas corporales aumentarían durante la oscuridad si, a las 7 semanas, los pollos están con una densidad muy baja – 5,4 aves/m2 -. Observando sus temperaturas corporales, se vio que oscilaron entre los 16 ºC por la noche y los 21 ºC durante el día. El movimiento del aire fue proporcionado por unos ventiladores de circulación y era muy poco, pero aun siendo relativamente mínimo, como ya había un espacio suficiente alrededor de cada pollo, su temperatura corporal no aumentó significativamente durante la oscuridad – figura 8 -.

FIGURA 8. Imagen térmica típica de las aves cerca de la entrada de aire del túnel en una nave con una migración significativa.

 

Esto podría explicar en parte porque en las naves con una migración significativa los pollos que están en el extremo de los extractores del túnel ganarán más peso que los cercanos al extremo de las entradas de aire. Aunque la temperatura del aire es más alta en aquel que en éste, el hecho es que las aves estén más repartidas y, por lo tanto, son capaces de notar el movimiento del aire no sólo sobre sus espaldas, cuellos y cabeza sino también en sus costados, lo que puede originar un enfriamiento significativamente mayor que el que tienen las que están más apretadas en el extremo de las entradas del túnel – figuras 9 y 10 -. Este aumento de la superficie es potencialmente el mayor beneficio por la noche cuando todas las aves se sientan durante un largo período.

FIGURA 9. Imagen térmica típica de las aves cerca de los ventiladores del túnel en una nave con una migración significativa.

 

Aunque es difícil evitar el que las aves eleven su temperatura cuando la luz se apaga, hay detalles que se pueden tener en cuenta para minimizar los problemas potenciales:

  1. Incluso si la temperatura baja de unos 21 ºC, con pollos ya crecidos es imperativo mantener unas altas velocidades del aire por la noche, en especial cuando la luz se apaga y los pollos se sientan.
  2. Aunque un período oscuro es necesario, es importante considerar con cuidado su duración durante la época de calor. Con las aves ya a final de su crianza y en época de calor puede ser mejor mantener períodos oscuros a cuatro horas o menos (* Ver N. de la R. en pág. 13).
  3. Asegurarse de manejar a los pollos para limitar su migración dentro de la nave, disponiendo para ello de vallas adecuadas antes de las dos semanas de edad. Y también de que la nave esté provista con, al menos, dos medidores del consumo de agua, uno para el extremo de la entrada de aire por los paneles de refrigeración y el otro para el de los extractores del túnel, supervisándolos a diario. Si la densidad de aves es la misma en cada extremo, lo más probable es que el consumo diario de agua sea igual en ambos extremos.
  4. Los períodos oscuros prolongados no deben ser motivo de preocupación cuando se utilizan con pollos jóvenes. Por lo general, hay suficiente espacio entre ellos pues incluso cuando se sientan el aire que fluye por la nave podrá circular sobre al menos el 75 % de su superficie corporal.

 

MICHAEL CZARICK Y COL.
University of Georgia. Poultry Housing Tips, 28: 3

 

 

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