Nace el proyecto AVIENERGY para valorizar la gallinaza y promover la economía circular en avicultura

 

El proyecto Avienergy busca promover un uso eficiente de los recursos de las granjas de pollos y pavos

Las deyecciones que se producen en las granjas avícolas pueden convertirse en un problema. Porque, aunque la forma más común de deshacerse de ellas es utilizarlas como abono natural, lo cierto es que las normativas sobre gestión de la gallinaza son cada vez más restrictivas y complican esta práctica, sobre todo, en zonas con alta carga ganadera.

Por ello en España la Fundación Empresa Universidade (Feuga) participa en el proyecto Avienergy, en el que también trabajan Energylab, Demaux Manufacture, Granja José Antonio García Blanco, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura), Avícola El Charcón, Alimentos del Mediterráneo y la Universidad de Vigo. Su objetivo será buscar nuevos usos para esas deyecciones, quemándolas para obtener energía que pueda abastecer a las granjas o convirtiéndolos en abono de calidad. La investigación dispone de un presupuesto de 583.672 euros.

El objetivo: valorizar la gallinaza y promover la economía circular

AVIENERGY es un proyecto llevado a cabo por un Grupo Operativo de carácter supra-autonómico (abarca las regiones de Galicia, Castilla y León y Murcia) cuya finalidad es promover un uso más eficiente de los recursos en el sector avícola aplicando una estrategia basada en los fundamentos de la bioeconomía circular, posibilitando un aprovechamiento más eficiente de los residuos generados en la actividad avícola para mejorar la competitividad y el impacto medioambiental del sector.

Dicha estrategia se centra en la valorización de las deyecciones generadas en las explotaciones avícolas (producción de carne y huevos) para su aprovechamiento como input para la obtención de una fuente de energía renovable y de fertilizantes y componentes para el aprovechamiento de nutrientes en suelo. La pollinaza, la gallinaza y la pavinaza representan unos de los residuos más abundantes y problemáticos del sector avícola y la solución propuesta aspira a convertirse en una herramienta eficiente y medioambientalmente sostenible con la que contribuir a la reducción de gases de efecto invernadero a la vez que mejorar la competitividad del propio sector.

 

 

Un proyecto supraautonómico

Avienergy está dirigido por un grupo operativo de carácter supraautonómico, que abarca las regiones de Galicia, Castilla y León y Murcia. Su principal objetivo es tratar de poner en valor las deyecciones generadas en las explotaciones avícolas, cuya producción en España se estima en 12 millones de toneladas al año. La idea de los investigadores es convertir esta gallinaza, procedentes sobre todo de granjas de engorde de pollos y de pavos, en materia prima para la obtención de una fuente de energía renovable y de fertilizantes.

Explican los investigadores que la combustión de este tipo de residuos permitirá la obtención de energía térmica para satisfacer la demanda de calor existe en este tipo de explotaciones.

También se analizará la viabilidad de implantar un sistema de microgeneración para la obtención de energía eléctrica a partir del excedente térmico que no use la granja. «La electricidad así generada podrá ser utilizada por la propia granja, reduciendo la dependencia energética de las instalaciones», asegura Christian Di Stasi, investigador sénior del área de Bioenergía de Energylab.

¿Cómo se lleva a cabo ese proceso? «Las deyecciones avícolas, así como la mayoría de las biomasas, pueden ser quemadas para obtener energía térmica. Como se quemaría un pellet de madera, sería posible quemar un pellet de pollinaza», añade este investigador. Además, según el investigador, buena parte de estas granjas en Galicia cuenta con una caldera en sus instalaciones, por lo que el proyecto plantea el diseño de un quemador adaptado a este tipo de residuos. «Este aprovechamiento térmico permitiría disminuir la dependencia energética de la explotación», argumenta Di Stasi.

 

El secado económico de la gallinaza, uno de los ejes del estudio.

Uno de los problemas que presenta esta práctica es que las deyecciones contienen una elevada carga de humedad, lo que reduce la cantidad total de energía aprovechable. Por eso la investigación también se centrará en estudiar diferentes técnicas de secado, a ser posible de bajo coste, para producir deyecciones secas que puedan ser empleadas como combustión para la obtención de energía térmica y eléctrica de una forma más eficiente. Además de eso, también se prevé la implantación de sistemas de limpieza de los gases de escape, con el fin de lograr que todo el sistema que se va a implantar sea respetuoso y amigable con el medio ambiente.

El problema de unos abonos que pueden tener altas concentraciones de nitrógeno

Explica Di Stasi que debido a su composición y su contenido en nitrógeno, potasio y fósforo, el estiércol de ave se utiliza comúnmente como fertilizante para suelos agrícolas. Sin embargo, en España existe una legislación que establece la cantidad de nitrógeno por hectárea máxima que pueden ser empleadas en el suelo agrícola. Esto implica que, en zonas de alta carga ganadera, los ganaderos se vean obligados a almacenar el estiércol y gestionarlo de un modo externo, lo que conlleva elevadas emisiones indirectas y un coste adicional.

En zonas de alta carga ganadera, no es fácil deshacerse de este residuo y los avicultores se ven obligados a gestionarlo de modo externo

Otro problema es que, si no se realiza de forma adecuada, la gestión de estas deyecciones pueden llegar a producir problemas de contaminación de acuíferos, dispersión de amoníaco y malos olores. Al mismo tiempo, añade este investigador, «dado que la materia orgánica que se incorpora al suelo no se encuentra estabilizada y no es estéril microbiológicamente, la población bacteriana, en algún caso, podría llegar a constituir un foco de infecciones y dispersión de patógenos».

Es por ello que el objetivo es buscar unos fertilizantes que permitan evitar todos estos problemas. De hecho, dentro del proyecto, está previsto que las cenizas producidas durante la combustión de las deyecciones sean consideradas como un subproducto de valor «que podrá ser aplicado directamente en el suelo para el aprovechamiento de nutrientes existentes favoreciendo el crecimiento de los cultivos», añade. Otra opción que se baraja es emplearlo como aditivo de otros fertilizantes.

Las cifras:

Presupuesto: 583.672,84 €

Socios

Miembros participantes:

      •     Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA), representante del Grupo Operativo
      •     Energylab
      •     Demaux Manufacture S.L.,
      •     Granja José Antonio García,
      •     Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS-CSIC)
      •     Universidad de Vigo
      •     Avícola El Charcón
      •     Alimentos del Mediterráneo S.Coop (ALIMER).

Miembros colaboradores:

      •     UVESA
      •     Fundación Alimer

Más información:

 

Para saber más:

-. Sostenibilidad en Avicultura.Com

-. Economía circular en la industría avícola en Avicultura.Com

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