Animalistas rechazan las macrogranjas avícolas y porcinas en Valencia

 

Decenas de activistas, convocados por la plataforma Macrogranjas No de Valencia, se concentraron en octubre en Valencia y La Vall d’Uixó contra la implantación de una macrogranja para el engorde de pollos broiler en este municipio castellonense, de 31.600 habitantes. El proyecto, que detalla una capacidad para el alojamiento de 150.000 pollos en cuatro naves, se hallaba en junio 2020 en el trámite de la Autorización Ambiental Integrada en la Conselleria de Agricultura.

 

Argumentos falsos con que etiquetan a las macrogranjas

Los activistas de L’Arquet-Ecologistes en Acció han iniciado una campaña de recogida de firmas contra este macropoyecto, en la que , a su entender, el estercolero exterior de este complejo avícola podría dar lugar a filtraciones en el subsuelo, además, argumentan, reproducimos literalmente “las aves se criarían en un entorno carente de luz natural y donde prevalece el hacinamiento”; “la modificación genética de los pollos, que le impide un buen desarrollo” o “el abuso de antibióticos.”

Todos ellos argumentos totalmente rebatibles con datos científicos y probados en que, por la propia naturaleza de la actividad, la yacija o cama de los pollos no provoca filtraciones en el subsuelo, el ambiente controlado, con o sin luz natural proporciona un entorno de bienestar que cumple todos los requisitos de la UE, la “modificación” genética no es tal sino ·selección genética” gracias a la cual precisamente es posible alimentar con pollo a millones de personas a un coste como nunca antes en la historia, y el socorrido tema de los antibióticos es más que sabido que actualmente o bien no se usan para nada o se usan bajo estricta supervisión veterinaria para posibles problemas de salud aviar que pudiesen producirse.

Otro punto más que discutible sería que se considera “macro” y que “micro” o “granja mediana”.   Los criterios de autorización deberían regirse por la estricata aplicación de la normativa medioambiental, y de salud y bienestar animal, y no por si es una granja de 10.000 pollos o 150.000

Acusar a los grandes complejos avícolas de no respetuosos con los animales, el medio y las personas, es falso y populista.

 

El objetivo no disimulado de las organizaciones animalistas: poner a la opinión pública y a los medios en contra de la producción de alimentos de origen animal.

La Campaña Macrogranjas No está integrada por Ecologistes en Acció del País Valencià, Fridays for Future en València, Vinaròs y Castelló; la Plataforma Les Useres, Valencia Animal Save y Valencia Climate Save. Con carteles y consignas como “la ganadería industrial es un centro de hacinamiento de animales” o “las macrogranjas son núcleos de contaminación intensiva”, cerca de 30 activistas se movilizaron en el centro de Valencia el 26 de julio de 2019: fue la primera acción de la Campaña.

Un año antes activistas se opusieron a un proyecto de gran explotación porcina -28.800 cerdos- en los términos municipales de Ayora (Valencia) y Alpera (Albacete). En 2016 se constituyó la Plataforma Les Useres, que continúa denunciando la ampliación o construcción de granjas a gran escala en este municipio de 960 habitantes (por ejemplo el proyecto para la cría intensiva de 84.000 pollos en dos macrogranjas).

 

¿Macrogranjas No?  ¿O habrían de ser más claros y decir lo que buscan: “Todas las granjas No”?

La página Web de Macrogranjas No incluye un listado con explotaciones de ganadería intensiva que cuentan con Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable –en algunos casos con condicionantes- de la Conselleria de Agricultura. Entre otras, la ampliación de unas instalaciones en Utiel (Valencia) para alcanzar una capacidad de 13.520 gorrinos; o una explotación destinada al engorde de porcino -2.500 cerdos- “mediante un sistema intensivo de producción ‘todo dentro todo fuera’” en Tírig (Castellón).

El listado de Macrogranjas No señala pone el punto de mira también en cinco proyectos para engorde de pollos en municipios de Castellón: Rosell (80.000 aves), dentro de un Paisaje de Relevancia Regional; Catí (80.000); Torre d’en Domènec (75.000); Vall d’Alba (163.000) y L’Alcora, dedicada a gallinas ponedoras para la obtención de pollos de engorde (29.017).

Surgida en noviembre de 2017, València Animal Save denuncia la explotación de los cerdos, pollos, vacas y otros seres vivos que la ganadería industrial considera de granja. La ONG también promueve el veganismo. Entre sus acciones destacan las vigilias veganas, que consisten en trasladarse a los mataderos para documentar la llegada de los camiones con los animales y ser testigos. El 16 de octubre convocaron una vigilia –la número 44- en el matadero de Torrent.

 

“Salvadores” de pollos

En julio, los activistas de València Animal Save rescataron una decena de pollos –de una edad de 40 días- de las puertas de un matadero valenciano, que fueron trasladados al refugio para aves supervivientes Pollets de la terreta, en Castellón. Además de performances, como la organizada el 10 de diciembre –Día Internacional de los Derechos Animales- en Valencia, editan pasquines ilustrados de contenido animalista y antiespecista. “Cada segundo son sacrificados tres animales para consumo humano en el País Valenciano”, alertan.

 

¿El fin último de estas organizaciones animalistas? Que los legisladores apuesten por eliminar o reducir al máximo el consumo de carne.

Otro frente es el legislativo. Una veintena de colectivos ecologistas, ciudadanos y sociales del País Valenciano se posicionaron en diciembre contra la reducción de los condicionantes ambientales a las explotaciones de cría intensiva; en un comunicado señalaron la responsabilidad del Gobierno Valenciano (PSPV-PSOE, Compromís y Unides-Podem) y del PP, que pretendía llegar más lejos en los cambios. Así, la ley de acompañamiento presupuestario de la Generalitat modifica la Ley de Prevención, Calidad y Control Ambiental de Actividades (2014), de manera que la licencia ambiental será exigible a las instalaciones de entre 800 y 2.000 plazas para cerdos de cría de más de 30 kilogramos (el mínimo se situaba anteriormente en 200 plazas); los requisitos también se rebajan para las instalaciones que alberguen vacuno de engorde y de leche; ovino, caprino, equino o conejos.

 

 

Para saber más:

-. Animalismo en Avicultura.Com

La avicultura francesa pide el fin de las campañas de acoso y desinformación de los lobbies veganos 

 

 

 

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